Pesar en la
Comunidad Educativa Marista de Rancagua: A los 90 años falleció
el hermano Miguel Baima y sus recuerdos perdurarán por siempre
en nuestro colegio.
Sin duda que la noticia de la partida de nuestro ex
profesor y amigo, el Hno. Miquele Baima, ha provocado un enorme
desconsuelo en todo en la familia marista del país y
especialmente en Rancagua. Por esta razón queremos reproducir
algo de su historia y sobre los comentarios hechos por nuestro
Rector, Hno. Aldo Passalacqua, sobre la vida del Hno. Miquele, a
un diario regional:
El Hermano Michele ingresó a la formación
Marista en Gassino y llegó a Chile como junior en 1934, a la
casa de La Cisterna. Allí continuó su postulantado y noviciado,
profesando el 11 de febrero de 1937. La perpetua la hizo en
Rancagua en 1942 y el voto de estabilidad en 1956. Luego de una
larga y escondida trayectoria como educador, especialmente en
Rancagua, sirvió por largos años en la casa de Nuncio Sótero
Sanz como administrador de la comunidad de la enfermería y de la
administración provincial. Trabajó también en la secretaría y
archivo de la Nunciatura Apostólica. Había cumplido hace poco
los 90 años.
El Hermano Aldo Passalacqua, Rector del Instituto
OHiggins, también se dio un tiempo para recordar junto a El
Rancagüino, algunas vivencias personales con el Hermano Miguel.
Yo viví en comunidad entre el año 71 y el 75 con él. Y en
muchas ocasiones, en la Casa Provincial, donde él era
administrador. Aquí en el colegio fue muy querido, porque estuvo
desde el año 1955 hasta 1980. Y fundamentalmente, su labor la
realizó como profesor de francés y profesor jefe. Y,
fundamentalmente, en los campamentos scouts. Entonces ahí hay un
acercamiento muy grande a la gente, a los adolescentes. Y por
eso, yo sabía que mucha gente lo quiere muchísimo. Además, fue
un gran fotógrafo.
Agregó el Hno. Aldo. Y sobre todo, porque tenía
una gran bonhomía. Él no se molestaba. Y bueno, a veces, lo
engañaban un poco. Abusaban de su bondad. Los demás hermanos
éramos más estrictos. Entonces, eso contribuía a que él
estuviese en otra situación. Pero le repito: era una persona muy
querida. Y recuerdo que muchas veces, los exalumnos han querido
que viniese al Día del Exalumno, y él nunca quiso volver a
Rancagua. Y creo que no volvió.
El Rector contó otra anécdota. Incluso, hace un
par de años, yo tuve la oportunidad de hacer pasarlo por
Quillota, donde él se inició como profesor, por allá por los
años 40. Y ahí me dijo que hacían todos esos años, que él no
volvía al Rafael Ariztía. Era un hombre de la tarea que le
correspondía en su momento. Y muy preocupado de cumplir como
corresponde.
¿Es una perdida muy grande para la
Congregación Marista
Sí. Sin dudas. Sobre todo que él, hasta hace muy poco, fue el
administrador de la Casa Provincial. Entonces era la persona
encargada de preocuparse de todo lo que era la alimentación, la
limpieza y la implementación. Él cuidaba a los hermanos
enfermos, y fue el primero en irse.