“Se pasó tan rápido que no nos dimos cuenta cuando ya estábamos en la ceremonia de clausura”. Esa es la sensación que quedó en todos los alumnos que participaron de esta fiesta deportiva marista. También tuvo este efecto en todos los docentes, administrativos, auxiliares y apoderados que colaboraron con estos juegos. A nivel colegial, fue un año de trabajo, en donde se conformaron diversas comisiones que tenían como objetivo coordinar y preparar el mejor ambiente para recibir a nuestras ilustres deportistas maristas. Se destaca el trabajo del equipo encargado del alojamiento de las alumnas, el transporte y apoyo logístico, la recepción, la organización de las ceremonias de inauguración y clausura, la administración técnica por parte del departamento de deportes, es decir, todo un trabajo en equipo que nos permitió entregar un apoyo efectivo y organizar muy bien estos juegos. También fue fundamental el apoyo de la familia marista de Rancagua, quienes abrieron las puertas de sus hogares y sus corazones para compartir por una semana con sus “hijas” deportistas. Con lo que se vio nacer una hermosa amistad que perdurará para siempre. Pero no podemos dejar de mencionar a los principales actores de esta instancia: las seleccionadas de cada colegio. Ellas nos entregaron todos esos días el trabajo constante por alcanzar la meta. Muchas veces no se pudo, pero si tienen que sentir el orgullo de haber luchado por un ideal y dejarlo todo en la cancha. Vencedoras y vencidas demostraron dignidad y respeto, a pasar que durante las competencias afloraron las ansias de ganar, todo queda con una sensación de calma y satisfacción frente a los resultados obtenidos. Es justo mencionar el aporte y colorido de las barras de cada colegio. La del Instituto O’Higgins, el IRA, Chacabuco del Los Andes, el Colegio Champagnat, San Fernando y el ISM. Todas llenaron con sus cánticos y lienzos nuestro colegio, dándoles un ambiente de sana competencia y apoyo incondicional a sus representantes.
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2 Queremos dejarlos con estas imágenes que siempre quedaran en nuestros corazones. Fue una jornada inolvidable y que esperamos transmitir a todos los colegios maristas que participaron con un solo mensaje: Muchas Gracias y Hasta Pronto…

Nos vemos en San Fernando el próximo año.