"la verdadera crudeza de la medicina se
apreciaban en los muros corroídos por los años y los olores que
se impregnaban en nuestra ropa, por los diferentes pasillos del
antiguo hospital, por casualidad como lo señalaba anteriormente
pudimos observar el sacrificado esfuerzo médico y público que se
realiza en los sectores más necesitados de nuestra población,
fue entonces cuando muchos de nosotros nos cuestionamos,
sin la
necesidad de pasar por anatomía patológica, practica profesional
o simplemente de probar nuestra resistencia al sufrimiento o
deterioro humano, con esto quiero señalar que las opciones con
la que nos vamos a encontrar en un futuro, serán muy distintas a
las que hoy en día vemos en nuestro entorno.
Muchas fueron las expectativas que nos habíamos
formado con nuestro primer viaje de estudio que realizaríamos en
nuestro ultimo año de colegio, muchos comenzamos el día con
ánimo y disposición para las diferentes actividades que
realizaríamos en nuestra visita a las facultades de medicina
tanto del área sur como área centro de la Universidad de Chile,
primero visitaríamos la facultad de estudios y desarrollo de las
carreras de Enfermería, Biotecnología, Tecnología Médica y como
principal referente para nuestro curso biológico: la Medicina.
Nuestra visita comenzó en el área centro de
Santiago, en donde fuimos recibido por el doctor Profesor Héctor
Díaz encargado de los programas de post-grado de la Universidad.
El inicio fue la gran biblioteca, orgullo de la facultad, en
donde se nos explicaron las posibilidades ciertas y diferentes
que tiene los estudiantes, pudimos observar y constatar las
importantes instalaciones con que cuenta la universidad.
Luego se nos invito a pasar a una sala en donde
nos informarían las diferentes opciones profesionales,
actividades, espacios y alternativas que la universidad
entregaba a sus alumnos. A continuación comenzamos a conversar e
indagar un poco más en las expectativas de nosotros, como
alumnos, y las percepciones generales de los profesores
englobando las posiciones generales de la universidad con
respecto a la Educación Superior Chilena y las diversas
alternativas que el mercado ofrece. Luego recorrimos algunos
auditorios y nos dirigimos prontamente a nuestro segundo
objetivo, el Complejo Hospitalario Barros LucoTrudeau.
Allí recorrimos y apreciamos de manera efectiva y
activa las realidades, muy diferente a las que nosotros vemos y
vivimos cotidianamente en nuestro entorno social. Por casualidad
y para beneficio de nosotros, se nos informo erróneamente del
lugar donde deberíamos reunirnos con nuestro recepcionista, pero
gracias a esta equivocación fue como pudimos encontrarnos y
darnos cuenta de una verdad un poco escondida para la sociedad
en general, el servicio publico de salud, realmente es muy
diferente a las clínicas y centros privados de atención, la
verdadera crudeza de la medicina se apreciaban en los muros
corroídos por los años y los olores que se impregnaban en
nuestra ropa, por los diferentes pasillos del antiguo hospital,
por casualidad como lo señalaba anteriormente pudimos observar
el sacrificado esfuerzo médico y público que se realiza en los
sectores más necesitados de nuestra población, fue entonces
cuando muchos de nosotros nos cuestionamos, sin la necesidad de
pasar por anatomía patológica, practica profesional o
simplemente de probar nuestra resistencia a el sufrimientos o
deterioro humano, con esto quiero señalar que las opciones con
la que nos vamos a encontrar en un futuro, serán muy distintas a
las que hoy en día vemos en nuestro entorno.
Luego de esta paradójica pero significativa
experiencia, se nos invito a pasar a la Aula Magna de la
facultad sur de Medicina de la Universidad de Chile, donde
fuimos recibidos por el Profesor Dr. Salvador Sarrá Director de
la sede de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y pudimos
informarnos y enterarnos por medio del director del área sobre
las realidades e importancia de las ciencias que posee la
educación médica Chilena, nos comento sus experiencias y nos
presento el perfil de aquel alumno que lucha por una carrera de
sacrificio, amor al prójimo y servicio por sobre toda las otras
implicaciones sociales y académicas que presenta la profesión de
medicina.
Como conclusión de nuestro viaje de estudio,
debemos tener una mirada optimista, un enfoque positivo y un
balance significativo al momento de evaluar nuestra experiencia.
El visitar la universidad, nos permitió encontrarnos con un
mundo estudiantil universitario muy diferente al que nosotros
nos desarrollamos cotidianamente, pudimos observar y ser
participe de la importancia y relevancia de la universidad
tradicional más antigua de Chile, constatamos claramente la
relevancia de los profesores y descubrimos por sobre todo, el
valor principal del servicio que ofrece la universidad,
constatamos además con nuestra visita al hospital Barros Luco,
una realidad diferente y muy distinta a la que estamos
acostumbrados.
Nuestros padres por sus posibilidades laborales
pueden entregarnos en la mayoría de los casos una atención
medica de tipo privada o particular, pero al momento de entrar
en las dependencias hospitalarias de la facultad sur, la
verdadera situación chilena se nos presento ante nuestros ojos:
gente humilde, con problemas iguales o mucho más grande que
nosotros, con una actitud diferente ante la vida, encontramos
ejemplos pequeños pero muy significativos en nuestra visita al
hospital, el trayecto que tuvimos que recorrer en esta facultad
nos mostró una situación medica y publica limitada, sencilla
pero no por eso mediocre e indiferente,
sino que muchas veces más comprometida y
realmente más humana, es decir, aquel hombre, aquel alumno,
aquel joven que se prepara para una carrera de tipo social y de
servicio debe estar consiente y constatar las heterogéneas
formas y clases socio-culturales y socio-económicas que nuestra
actualidad nos presenta.
Para eso nos sirvió el viaje, para eso sirven las
charlas y las experiencias que nos relatan los médicos y
directores del área salud de nuestro país, para esa realidad que
nosotros muchas veces no conocemos o no queremos aceptar es que
nos involucramos en las actividades que no son solo de tipo
académicas sino también de solidaridad y servicio que en nuestro
viaje pudimos conocer un poco más.
Solo me queda agradecer en nombre de nuestro curso a las
personas que hicieron posible tan significativa visita a las
facultades de la universidad que por años ha sido la más
importante tanto para nuestro país como para Latinoamérica: la
sacrificada y humanitaria Universidad de Chile.