La motivación fue entregada por el Hermano. Alejandro Dabovic, a quien agradecemos su compañía, mensaje y disposición a compartir con nosotros.

Ir descubriendo quién eres, cuáles son tus fortalezas y debilidad; el compromiso que tienes contigo mismo y los demás...Temas que durante el presente año hemos ido trabajando y, que durante el retiro, se profundizaron de manera personal y comunitaria. Al final del retiro, en la mesa familiar, disfrutando de un asado, compartimos la alegría de estar juntos, la felicidad de la vida y el sentirnos amados por Dios...el cuerpo se alimenta y también el espíritu.

Con nuestros propios nombres dimos gracias a Dios por su amor, su elección y la misión que nos ha encomendado como Educadores Maristas.