Acoger y acompañar a los niños y niñas y a sus familias, en la inserción a la gran Familia Marista, teniendo como centro a Jesús y María como modelo y respondiendo así al ideal de San Marcelino de Evangelizar educando, es la Misión que cada día motiva nuestra tarea educativa. Ésta se apoya y tiene como principal preocupación el desarrollo de la persona en lo permanente y cambiante; y de manera integral, a la luz del carisma del Padre Champagnat.

Para esto contamos con un Equipo Educativo, especializado y comprometido, en constante formación. Una infraestructura ideal al servicio de la educación, el espacio físico acogedor y estimulante, salas amplias habilitadas con material atractivo y tecnológico de avanzada, acorde a las necesidades e intereses de los niños. Además de una oferta de talleres que pretende responder al desarrollo de los dones espirituales, artísticos y deportivos.

Durante este año nuestros esfuerzos han estado centrados en impulsar en PreKínder, Kínder y Primero Básico el Proyecto Singapur, método que se enfoca en habilidades y resolución de problemas matemáticos, porque se trata de promover el pensamiento adecuado y busca un desenvolvimiento más natural de los niños frente a problemas matemáticos.

En Segundo Básico el énfasis se ha puesto en la comprensión lectora que consiste en leer, más que en un simple acto mecánico, en saber guiar una serie de razonamientos hacia la construcción de una interpretación del mensaje escrito a partir de la información que proporcione el texto. Un trabajo pedagógico con estrategias y metodologías activas que lleven a los niños y niñas ser actores y constructores de su propio aprendizaje.

Nuestra Sección atiende a 500 niños y niñas, de entre 3 y 8 años, en los niveles de Play Group a Segundo Básico, y contando con el compromiso de veinte Educadores, trece colaboradoras, cinco alumnas en práctica de Técnico en Educación Parvularia, dos administrativos y cuatro funcionarios de Servicio, en la atención de los niños y sus familias.

Estamos ciertos que cada día es sólo el comienzo de una nueva aventura misteriosa y cautivadora, al convivir y relacionarnos con los más pequeños de nuestro colegio. Dios nos ha puesto aquí, y nos conduce de la mano a este bello mundo infantil donde se siente germinar la razón para ir tomando poco a poco conciencia de sí misma. Todo se transforma en un hermoso amanecer, más bello que el del sol, en el cual un niño puro y espontáneo va despertando a la conciencia de ser persona.

Lo realizado nos garantiza que vamos por la senda correcta para hacer de estos pequeños los BUENOS CRISTIANOS Y VIRTUOSOS CIUDADANOS que Marcelino soñó y que hoy, con esa misma pasión y entusiasmo, cobra vigencia también en nosotros.

Equipo de gestión: