Noticias
Acción de gracias de un egresado
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Diciembre 2005
Leido 337 veces
Gracias Dios Padre, Creador nuestro, que, como buen labrador, nos has dado la vida y los recursos para llevarla a cabo.    Gracias Jesús Cristo, porque nos regalaste una segunda oportunidad, cercana y definitiva, de alcanzar la Vida Eterna a la sombra de tu Palabra.
Gracias Señor por permitirnos ser tus vástagos, nutridos por tu testimonio vivo y presente en los sacramentos. Gracias, porque nos has dado los medios para hacer práctica tu enseñanza en nuestra vida, porque nos has instruido a no quedarnos sólo en lo dicho y nos has dado la oportunidad de hacer y trabajar en nuestra vida cotidiana. Mediante tu sacrificio, Vid Verdadera, das un sentido a la Vida que nos regaló tu Padre Sembrador, sentido que nos lleva a brotar día a día con fuerza y ganas de alcanzar la magnificencia de tu Perfección. Gracias Santísima Virgen, porque has sido una verdadera madre para la Humanidad y en especial para nosotros, educados bajo la tutela Marista, gracias a la cual hicimos de Ti nuestro recurso Ordinario.   Gracias San Marcelino Champagnat, porque seguiste el testimonio vivo de Jesús y gracias a ello lo tuvimos presente en nuestra formación.   Gracias Hermanos Maristas, que han consagrado y dedicado su vida completa a guiar por el camino de Jesús a los niños y jóvenes, que hoy más que nunca lo necesitamos. Gracias, Papás y Mamás, familia en pleno, por ser el pilar fundamental de nosotros, sus hijos, por llevar a  cabo con sacrificio y dedicación totales  la tarea a ustedes encomendada de criarnos, por aceptar voluntariamente la paternidad, mero hecho que los hace merecedores de nuestra sempiterna admiración. Porque ustedes, y sólo ustedes, tomaron las decisiones que tomaron, para darnos lo que ustedes discernieron como lo mejor, siempre lo mejor, para nosotros; porque ni siquiera nuestro primer trastabillante paso lo debemos a nuestro esfuerzo propio, sino mayoritariamente al de ustedes, que han sostenido nuestras manos y nos han guiado por el buen camino a lo largo de toda nuestra vida, y decidieron dejar nuestra educación al amparo del Mensaje de Jesús llevado a la práctica por los hermanos Maristas. Gracias a ustedes, Profesores y Educadores, que nos han mostrado a lo largo de estos años una pequeña gran parte de la realidad del mundo en que vivimos, en sus muchas dimensiones,  que nos han enseñado que ni siquiera ustedes pueden prever todos los destinos, pero nos han dado las herramientas necesarias para construir y luchar por el nuestro; gracias por hacernos entender que el ser Humano no es perfecto, pero sí perfectible, y tiene todo a su alcance para ser mejor. Gracias compañeros y amigos, porque si hubiese faltado tan sólo uno de ustedes toda nuestra vida escolar hubiera sido distinta; por los momentos, agradables y malos, que vivimos juntos, pero que en definitiva nos hicieron crecer y aprender; gracias por el tiempo y las experiencias, por las alegrías y las tristezas, por los éxitos y los fracasos; porque ahora que ya esta escrita y la leemos, vemos que a nuestra historia escolar no le cambiaríamos ni siquiera una coma. Gracias Dios Padre porque nos has dado una vida para descubrirte, para apreciar tu labor de Sembrador de Vidas; por permitirnos ser retoños de tu hijo Jesús, quien es Camino hacia Ti, Testimonio de Verdad de tu Existencia, y por todo eso Vida para la Humanidad.   Gracias Señor por poder seguirte, porque debido a la Educación, iluminada por ti y entregada por nuestras Familias y Pedagogos, tenemos las herramientas,  no para mirar al mundo con desdén y arrogancia, sino como el campo del que tendremos que cosechar nuestro futuro. Gracias finalmente porque en estos momentos de separación, llorar no es ser débil, porque no todas las lágrimas son malas;  porque las despedidas no significan adiós para siempre, sino que Muchas Gracias a todos, por todo lo vivido.   Rancagua, 1º diciembre 2005

Publicado en:
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
Ámbito de Diseño, Informática y Comunicaciones