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Los Límites de ser Padre
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Junio 2002
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Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.   Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.   Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.   Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a querer.
Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti. Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo. Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo. Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso. Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas. Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro. Puedo platicarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación. Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir no por ti. Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses. Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti. Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso. Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral. Puedo amarte como niño, pero no puedo colocarte en la familia de Dios. Puedo hablarte de Jesús, pero no puedo hacer que Jesús sea tu Señor. Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.     Fabricando un Padre En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:"Debe ser fuerte", comentó uno."También, debe ser dulce", comentó otro experto."Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos"."Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y comprensivo en los momentos tiernos"."¿Cómo es posible, interrogó un obrero, poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo""Es fácil", contestó el ingeniero. "Sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo".Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo): "Veo que al fin comienzan, comentó sonriendo. No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello".Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma."¿Tierra, preguntó sorprendido uno de los arquitectos. ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil o piedras preciosas!."Este material es necesario para que sea humilde, le contestó el Maestro.Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa."Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme".Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco."¿Y qué pondrás ahí", preguntó uno de los obreros.Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.¿Por qué has hecho tal cosa", le interrogó un ángel obrero.Y aún sangrando, le contestó el Maestro:"Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquí en mi reino. Le extenderé mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna.Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, guiado por la sangre que derramé por él en una cruz, para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno. ¡FELICITACIONES A TODOS LOS PAPÁS DE FAMILIA EN SU DÍA!SIGAN ENTREGANDO AMOR Y FELICIDAD EN SUS FAMILIAS.¡SEAN LOS PRIMEROS EDUCADORES DE SUS HIJOS !Envió MÁXIMO DEL POZO HERNÁNDEZ.- Hermano Marista. Domingo, 16 junio 2002

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