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Familia y Comunidad Educativa
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Mayo 2002
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En mi intervención voy a desarrollar tres puntos que se interrelacionan entre sí: la Escuela, la Familia y la Comunidad Educativa, que es el encuentro entre las dos primeras.

1.- INTRODUCCIÓN             El padre Giuseppe Pitau es un sacerdote jesuita de gran trayectoria en el mundo educativo católico. Nacido en Italia, ingresó a la Compañía de Jesús siendo joven y ha dedicado toda la vida al tema de la educación. Políglota y doctorado en teología y en temas pedagógicos, ha sido misionero en Japón donde llegó a dirigir la Universidad Católica de Tokio. De vuelta en Europa ha llegado a ser Rector de la Universidad Pontificia con sede en el Vaticano y hace un par de años, el Papa Juan Pablo lo ha nombrado prefecto de la congregación de educación, lo que dicho en buen chileno, significa ser el Ministro de Educación de la Iglesia Católica a nivel mundial.             Ese eximio sacerdote nos habló a los participantes en el Congreso Americano de Educación Católica realizado en México en enero del año 2000, planteándonos en su ponencia que versaba sobre el Educador Católica, que la Escuela Católica tiene tres enemigos principales:  a)      Los primeros son aquellos que dicen que la Escuela Católica no sirve para nada. Suelen ser gente del primer mundo, donde el Estado tiene tantos medios, que ha copado el espacio educativo, y a pesar de que se habla de democracia, se impide el ejercicio de la misma por medio de una libertad de enseñanza debidamente financiada. El mismo fenómeno se presenta en el mundo musulmán, estuvo presente en el socialista (ya solo queda Cuba), y en países como Japón, China y otros del mundo asiático. Esta primera postura está muy lejos de encontrarse en Chile. Al contrario, tanto las autoridades como los padres de familia tienen en muy alto concepto el papel educativo que juega la escuela católica. b)      Los segundos enemigos según el padre Pitau, son los Padres de Familia que eligen la Escuela Católica, no porque en ella se proclama la buena nueva de Jesús y se pretende dar un sentido de vida basado en el Evangelio, sino por otra razón que resulta, no solo espúrea en relación a los fines de la escuela católica, sino una trampa sutil pero por eso mismo más peligrosa, para el quehacer de la misma Escuela Católica. Esto sí que ocurre en Chile, donde muchísimas familias eligen la   Escuela Católica porque en ella están los hijos de mis amigos o porque prepara bien para la universidad, es decir, por razones sociales o bien académicas.  Cuando la escuela es honesta y trata de vivir y explicar su razón de ser, suele ocurrir que todos los que postulan a sus hijos hablan de lo mucho que les importan los valores cristianos, pero por desgracia prontamente uno visualiza que no se trata más que una verbalización de unas, quizás, buenas intenciones, pero que no pasan de allí. Lo complicado es cuando no solamente no se practican aquellos valores que se dicen ser muy estimados, sino cuando en realidad se empieza a presionar para que la escuela organice actividades que no se condicen con dichos valores, como son viajes de estudios, fiesta de graduación suntuosas, dificultades para comprometerse con actividades reales de solidaridad y conocimiento del medio... Es la gran trampa a la que están sujetos los colegios pagados de la Iglesia en Chile, cuando no hay claridad acerca de la identidad de los mismos, no valentía para afrontar los verdaderos desafíos. c)      Y el tercer grupo de enemigos de la Escuela Católica son justamente los directivos y docentes de las mismas que caen en la trampa y le hacen el juego a los padres de familia anteriores que dicen venir por “A”, pero que luego exigen “B”, “X” y “Z”. Sin mayor discernimiento la Escuela Católica va siendo mermeada, no por los Objetivos Transversales, sino por los disvalores del aparentar, del consumismo, de qué dirán, del exitismo, la exclusión y el aislamiento social, poco a poco, con el consentimiento de los tienen la responsabilidad de hacer de ella una “instancia pastoral” donde se proclama y vive el Evangelio al mismo tiempo que se da un servicio educativo de calidad como las mejores escuelas que no son católicas.
2.-  TAREA  EDUCATIVA,
RESPONSABILIDAD DE TODOS Cuando hablamos de “Educación” me quiero referir no a la instrucción cognitiva que los niños y niñas normalmente reciben en las escuelas de nuestro país. De hecho se dan unas tremendas confusiones conceptuales, pues se suele hablar de “calidad educativa” en relación a resultados del SIMCE. Su mismo nombre lo indica: “Sistema de Medición de la Calidad Educativa”, pero resulta  que el SIMCE solamente mide los aprendizajes cognitivos que los alumnos obtienen. De donde resulta, por decir lo menos, incompleto, hablar que las “mejores” escuelas son aquellas que han obtenido los mejores resultados en el SIMCE y que para mejorar la Calidad de la Educación cada escuela que tiene resultado débiles debe proponerse metas ambiciosas que signifiquen mejorar el porcentaje de logro de una prueba a otra.              Estoy hablando a dirigentes de Centros de Padres de Colegios Católicos, y me parece evidente que para Uds. eso dista mucho de ser “Calidad Educativa”. La Educación es mucho más que instrucción. La incluye, pero se extiende al desarrollo integral del niño/a o joven, de forma que su forma de vivir, de aprende, de amar y relacionarse con lo Dios sean verdaderamente de calidad, es decir, lo construyan como persona, como hijo de Dios...             En esta Tarea de Educar, así concebida, cada niño/a o joven está influenciado por distintas variables. La Escuela y la Familia son las que tienen la principal responsabilidad para lograr resultados positivos, pues los medios de comunicación, la calle, los amigos, las pandillas, el medio ambiente social general, no tienen dicha finalidad, sino que están llevados por el espíritu de lucro a toda costa,  la disociación y la llamada “modernización”, que para algunos es la divinidad que ha reemplazado los verdaderos valores congruentes con principios universales y permanentes. Y cuando se da un encuentro entre estos dos elementos claves, como lo son la Escuela y la Familia, entonces empezamos a hablar de Comunidad Educativa, lugar de interrelación de ambos factores educativos, única forma de lograr los mejores resultados cuando se trata de dar un sentido de vida, mucho más si éste nace el Evangelio del Señor Jesús.
2.1.- TAREA   EDUCATIVA   DE   LA   ESCUELA Jacques Delors es un francés que fue Ministro de Economía y de Hacienda de su patria y presidente de la Comisión Europea de Educación durante 10 años. A él y a un equipo de expertos, la UNESCO, el organismo especialista en educación de las Naciones Unidas, les solicitó un estudio para que dieran sugerencias y normas acerca de cómo debería ser la educación del futuro. Fíjense: un economista dirigiendo una comisión de educación. Pues bien, en 1996 publicaron su informe titulado: “La Educación Encierra un Tesoro” en el cual plantean muchas sugerencias, para la síntesis de la misma está en que indican que la Escuela del siglo 21, deberá ser un ambiente donde los alumnos y alumnas lleguen a Aprender cuatro cosas. Antes de nombrarlas, quiero resaltar que el Informe nos indica que los alumnos y alumnas “deben Aprender”, es decir, la Escuela debe dejar de ser el lugar donde el profesor enseña, para ser el lugar donde los alumnos aprenden. Esto parece ser trivial, pero no lo es. En la escuela del futuro no importará tanto cuánto transpire y se agote una profesora enseñando y corrigiendo más y más cuadernos, sino cuánto han aprendido los alumnos.... TAREAS   EDUCATIVAS       ESCUELA:          
            En ella se Aprende a:   CONOCER
                                                 CONVIVIR
                                                 HACER
                                                 SER        FAMILIA:         
                       Formadores de PERSONAS
                        Promotores del DESARROLLO
                        Educadores de la FE 1) El primero de los cuatro aprendizajes, es el aprender a Conocer. No resulta muy novedoso, pues la Escuela se inventó para eso, para que los alumnos conociesen, lograsen objetivos cognitivos. La novedad está en cuáles son los códigos que los alumnos deben dominar. En las décadas pasadas bastaba con que fuesen capaces de dominar la lengua materna y las bases de las matemáticas, cimiento de la ciencia moderna, explicadora del mundo que nos rodea. El Informe de Delors indica que estos dos siguen estando vigentes, pero se deben añadir dos códigos, nacidos de la tecnología y de los medios de comunicación social. Si queremos que un niño o niña del siglo 21 no sea analfabeto, no bastará con que domine su lengua materna y las bases de las matemáticas, sino que además, deberá saber Inglés, el esperanto del mundo moderno, y tener un cultura computacional, que va más allá de saber escribir una carta en el computador, o llenar una planilla de excel. Por último, dentro de este aprender a conocer se incluye el “Aprender a Aprender”, tan necesario en un momento de cambio social donde los conocimientos se van quedando obsoletos de década en década, a lo menos en el campo científico. 2) El segundo aprendizaje precisa que los niños y niñas tienen que aprender a Convivir. Esto ha sido incorporado en nuestra Reforma, la cual habla de Objetivos Transversales, los que se refieren a un conjunto de valores, varios de los cuales tienen relación con la capacidad de convivencia diaria. Las investigaciones modernas nos aseguran que la inteligencia emocional es tanto o más importante para tener éxito en la vida que la cognitiva. Los niveles de violencia intrafamiliar, escolar y social a los cuales somos ahora más sensibles que antes, nos indican la necesidad de desarrollar la capacidad de vivir juntos, la comprensión del otro como alguien diferentes con sus cualidades y defectos, a quien debo respetar en sus singularidad, el realizar proyectos juntos, tratar los conflictos, ser capaces de convivir en un mundo pluralista donde solamente la compresión mutua, y la capacidad de perdón serán los fundamentos de una paz verdadera. 3) Aprender a Hacer es el tercer aprendizaje. La escuela suele pecar de falta de capacitación, tanto para el mundo laboral como la vida intelectual. Alrededor del 50% de los alumnos de Enseñanza Media de nuestro país estudian en Liceos Técnicos Profesionales, en los cuales se enseña a Hacer, con la manos, con la mente, en el diseño, el planeamiento y la construcción concreta de pequeñas máquinas y herramientas. En la Reforma Educacional Chilena, la incorporación de la asignatura o subsector de aprendizaje llamado Educación Tecnológica, de Quinto Básico a Segundo Medio, pretende cumplir con este requisito de la escuela. 4) Y por último, en cuarto lugar, hay que Aprender a Ser, a ser persona, a tener un sentido en la vida, que en el caso de nuestros colegios está basado en los valores del Evangelio, la Buena Nueva de Jesús. Implica desarrollar la propia personalidad, basada en una capacidad de autonomía y juicio personal sobre los acontecimientos que se viven o suceden , en ser responsables, es decir, asumir la autoría y consecuencia de los propios actos, en una palabra, en desarrollar todas las posibilidades, todos los talentos que Dios ha entregado a cada uno de los niños y niñas que asisten a la Escuela.
2.2.- TAREA   EDUCATIVA   DE   LA   FAMILIA             Por su parte, la familia, el segundo agente educativo formal y organizado,   también tiene unas responsabilidades específicas.   ·        1) La primera de ella es la formación de Personas.  Quiéralo o no, la familia está continuamente influyendo en la formación de las personas que la constituyen. Existe una continua y mutua interrelación e influencia en cada uno de los miembros, lo cual va comunicando modos de actuar, de responder, de plantearse ante la vida, que van formando o deformando la personalidad de los miembros de ella. Los más sensibles son los pequeños, es decir, los hijos, los cuales adquieren en la relación diaria, aunque los padres no sepan o no tengan capacidad de enseñar en forma metódica, todo un sistema de guiones de comportamientos, adquiridos más por modelaje que por la enseñanza. Los niños aprenden lo que viven. Si un niño viven en la crítica, aprende a ser contestatario, si vive en la violencia, aprende a ser violento, si vive en un ambiente acogedor y amoroso, aprenderá a amar... La familia, lo quiera o no, está formando o deformando personas. Y cuando las cosas parecen más fáciles, que es cuando los niños son pequeños, es cuando más se influye, para bien o para mal. De ahí la importancia de formarse para esta gran tarea. Para ser ingenieros se necesitan siete años de universidad, lo mismo que para ser médicos... En cambio de padres y madres nos titulamos por el hecho de recibir a nuestro hijo de manos de matrona. A pesar del descuido formal que se da en este aspecto, existen fuerzas instintivas que le dan, por ejemplo a la madre, la capacidad de entregar un amor incondicional al hijo, condición sin la cual jamás crecerá y creerá en sí mismo.  ·        2) La segunda tarea educativa de la familia, es ser promotora del desarrollo. Desarrollo es crecimiento sustentable con equidad, es que todos podamos sentarnos a la Mesa que nuestro Padre Dios nos ha dejado en la temporalidad del mundo. Y esto no se va a lograr si la familia se preocupa solamente de su propio  bienestar sin mirar más allá de los límites que fijan los lazos de la sangre.  Muchas veces la familia “se mira el ombligo” y viene a ser una continuidad del egocentrismo que antes se vivía ensimismado en sí mismo, pero que desde que tengo señora e hijos se ha extendido “a los que son mi propiedad”. Una familia así no desarrolla el sentido social de sus miembros y los hijos crecen como si los educara una tía solterona y egoísta. Ser promotora del desarrollo significa que como familia nos preocupamos de las otras familias y personas de nuestro barrio, de nuestro condominio... Significa que estamos dispuestos a dedicar nuestro tiempo para que los padres de los compañeros de mi hijo sean mejores educadores de ellos. Todos Uds. han entendido, a lo mejor sin saberlo, lo que significa dedicar tiempo y malos ratos como dirigentes de sus Centros de Padres, para lograr que los demás puedan crecer, aunando esfuerzos, dedicando tiempo y  a veces dinero. Algunos podrán creer que hacen una excelente labor. No lo niego. Lo que quiero resaltar es que los más beneficiados por tener este compromiso como dirigentes son Uds., no porque tengan ventajas económicas, sino porque están sirviendo a los demás, y ya el Señor dijo que “Hay más alegría en Dar que en recibir”, y los más beneficiados son los hijos de Uds., pues al verlos en esta actitud de servicio, aprenden modélicamente, aunque Uds. no les hagan ningún discurso, que esa es una actitud válida en la vida. ·        3) y en Tercer y último lugar, la familia tiene que ser Educadora de la Fe. No por lo que le predica a sus hijos, sino por el ejemplo que les da. La Iglesia lo ha entendido así, y por más de 30 años ha organizado la Catequesis Familiar para que los padres se preparen a enseñarles a sus hijos lo que necesitan saber y vivir para que hagan la Primera Comunión. ¿Qué sentido tendría que se les dijera al hijo: “Anda, vete a comulgar” cuando él no lo ha visto nunca a Ud. comulgar, ni siquiera ir a Misa. Si es válido que para los valores humanos y los modos de ser “los niños aprenden lo que viven”, en materia de Fe y de Compromiso Cristiano esta es una “verdad de fe”. El amor de Dios Padre solamente se interioriza cuando se vive la experiencia del amor de un papá, de una mamá, de la incondicionalidad del amor. Esta la parte de la tarea que le compete a la familia. No se trata de que todos Uds. sean expertos teólogos, pero si quieren hijos que vivan como cristianos, tienen que practicar en su casa la solidaridad, el amor a los pobres, el respeto por todas las personas, sin sectarismos ni fanatismos. Ya se encargarán los catequistas de dar la formación cognitiva cristiana. La vivencial es total y absolutamente responsabilidad de la familia.
2.3.- EN   SÍNTESIS:             La Misión de la Escuela Católica es Evangelizar Educando. Estas dos palabras forman una dupla que se apoyan mutuamente. La principal responsabilidad de la Escuela Católica, para lo cual fue creada, el sentido más profundo de su identidad, es comunicar la Buena Nueva del Señor Jesús, entregar un sentido de vida, basado en los valores del Evangelio. Pero también hay que tener en cuenta que la Escuela Católica, además de ser “Católica”; tiene que ser “Escuela”. Por lo tanto no puede ser mediocre en el logro de los objetivos propios de toda Escuela (los cuatro aprendizajes).  Muchas escuelas católicas han pasado por serios aprietos de matrícula de alumnos, por haber descuidado la responsabilidad de ser una escuela de calidad.  Esto vale para todas las Escuelas Católicas, pero es doblemente cierto para el Colegio Católico Pagado. Me disculpan, pero los aseguro que ningún papá va a pagar cien mil pesos mensuales para que su hijo aprenda el Padre Nuestro. Para eso lo manda al Catecismo de la Parroquia, y el niño lo aprende gratis. Si los padres hacen el esfuerzo de cancelar una suma por una educación que le podría salir gratis en una escuela municipalizada, no es solamente porque la nuestra tiene el letrero de “Católica”. Es porque sabemos responder a la dupla de conceptos que nos definen como entidad distinta a la sola Escuela y distinta al apoyo que la Parroquia da en el Catecismo. Somos Escuela Católica que forma al Cristiano al mismo tiempo que forma al Ciudadano. “Buenos Cristianos y Buenos Ciudadanos” es el eslogan de varias congregaciones religiosas nacidas en el siglo XIX (maristas, salesianos...). Es la síntesis perfecta del que mira al Cielo, pero no se olvida del Mundo. MISIÓN   de  la  ESCUELA:
EVANGELIZAR   EDUCANDO
Para lograr
CRISTIANOS   y   CIUDADANOS
FAMILIA  debe
APORTAR:  Primeros  y  Fundamentales   Educadores
      EXIGIR:   -  Claridad de fines en la Escuela: PEI     
                -  Coherencia entre el hablar y el vivir             Es evidente que no se construye Escuela Católica sin la presencia de la familia. Por eso su aporte es y debe ser doble. Por una parte cumplir con ser los primeros y fundamentales educadores, que desde el nacimiento del niño, y aún antes, se han preocupado de formar de él una persona, con una preocupación clara y comprometida con el desarrollo de las comunidades que la rodean, y entregando las vivencias básicas de la Fe cristiana. Y en segundo lugar, exigiendo a la Escuela Católica claridad en los fines que persigue, concretado en la redacción escrita de un Proyecto Educativo Institucional que sea asequible a los padres, conforme a la cultura que poseen, y que sea debidamente consensuado, basándose evidentemente en el Evangelio de Jesús, los documentos de la Congregación Religiosa correspondiente, si cabe, y la tradición y doctrina de la Iglesia, que en materia educativa es de un inmensa riqueza. No se trata de entrar a exigir a los Directores que cambien el Proyecto Educativo, sino que la Escuela lo tenga por escrito, que se entregue una copia, por lo menos de una síntesis apropiada,  a cada uno de las familias, y que esté redactado en tal forma que no resulte un lenguaje esotérico para la mayoría. Y junto con lo anterior, que es fácil de lograr, exigir la coherencia entre el hablar y el vivir. Que no vaya a suceder que el Proyecto Educativo sea la síntesis de todas las virtudes, pero que la vida real de la Escuela esté a kilómetros de distancia. Fallas y defectos tenemos todos, pero cuando éstas se constituyen en la rutina diaria, está claro que se deben conversar las cosas con los responsables para enmendar rumbos...
3.- LA  COMUNIDAD   EDUCATIVA 3.1.- ACTITUDES   BASICAS    PARA     SU  CONSTRUCCIÓN Para poder participar con éxito en una verdadera Comunidad Educativa, se necesitan ciertas condiciones básicas, que se pueden resumir en dos: 1.- Ser Proactivos: Es un término relativamente nuevo que tiene significados diversos. Pretendo que por proactivo se entienda lo que vamos a definir a continuación: 1.1.-  Tener iniciativa, es decir, ser capaz de sugerir, emprender y liderar. En momentos de grandes cambios, se necesitan personas que sean capaces de ir más allá de la rutina en que se transforman muchas las reuniones y las organizaciones de Centro de Padres, buscando nuevas formas de relación, de emprendimiento, de abordar los problemas diarios que se presentan. 1.2.-  Responsabilidad: la cual consiste en afrontar las consecuencias de los propios actos, sin derivar a terceros la responsabilidad, valga la redundancia, de todo lo que sucede. En nuestros alumnos es típica la frase de “Mamá, me saqué un seis”, o bien, “Mamá, me pusieron un dos”.   Está la tendencia innata de considerarnos los responsables de los éxitos, y de endilgar los fracasos a nuestros vecinos. Si un directivo de Centro de Padres no tiene la madurez suficiente para asumir la responsabilidad de sus actos, es preferible que renuncie y deje el cargo a personas con más sentido de la realidad.  1.3.-  Considerar que lo que me sucede es fruto de mis decisiones, no de la mala o buena suerte que pueda tener.  Cuando los adultos estamos esperando sacarnos el Loto para arreglar nuestra vida, estamos entregando un mensaje a nuestros hijos, subliminal pero clarísimo, que el futuro no depende de nosotros, sino del destino, de la suerte, de los demás. Con esta actitud no somos “modelo” para formar personas dueñas de su destino, sino seres que estarán siempre dependiendo de lo que suceda alrededor. 1.4.- Subordinar Sentimientos a Valores: el proactivo es capaz de dejar en segundo plano sus sentimientos para cumplir con sus deberes, tanto en el plano religioso como en las diversas responsabilidades de la vida. Esto tiene una aplicación muy importante en el plano de las relaciones interpersonales, especialmente de la pareja matrimonial. Un matrimonio construido sobre los sentimientos, solamente, está condenado al fracaso, pues llegarán momentos en la vida en los cuales tendremos que tomar decisiones contra nuestros sentimientos para conservar la fidelidad que hemos prometido. Amar es un verbo. Uno ama no solo porque siente algo por el otro, sino que a punta de hacer actos de donación, generosidad, de conjugar el verbo amar, llega a nacer o a renacer el sentimiento que acompaña la relación  interpersonal. 1.5.- Hacer que las Cosas Sucedan: cuando se es proactivo, la vida es construida por uno, las cosas no me pasan, sino que yo elijo que me pasen. Siempre seré dueño de mis decisiones, pero nunca soy dueño de las consecuencias. Las consencuencias de mis decisiones siguen leyes naturales, tan naturales como la ley de la cosecha. No se pueden cosechar tomates si he plantado porotos. Yo soy libre y dueño de plantar lo que quiera, pero la cosecha siempre estará en relación a lo que he sembrado. Si siempre que mi hijo pequeño ha salido con la suya, con sus caprichos, no puede pretender que cuando adolescente sea una persona comprometida con los otros o solidaria. No puedo pretender cosechar tomates si he sembrado porotos. PROACTIVOS Iniciativa Responsabilidad Conducta desde DECISIONES Subordinar Sentimientos a Valores Hacer que las cosas “Sucedan”  Actuar sobre Círculo de Influencia, no sobre el de Preocupación. 1.6.-  Actuar sobre el Círculo de Influencia, no sobre el de Preocupación. Todo lo que sucede a nuestro alrededor se puede graficar en dos círculos concéntricos. En el círculo externo está todo lo que me preocupa y sobre lo cual no tengo influencia. En el círculo interior está aquello sobre lo cual puede actuar realmente.  En estos días estamos preocupados por la crisis argentina y por la situación en Medio Oriente. La palabra es exacta: “preocupados”... Pero, ¿qué podemos hacer. ¿Cuál es nuestra real  y posible influencia sobre dichos temas... Algo más doméstico. Puedo estar muy preocupado de las amistades de la hija de mi amiga, y se lo comento a todos, menos a mi amiga, por supuesto...  Sobre ninguna de estas dos situaciones puedo hacer nada. Están en el círculo de influencia, quitándome energía y quitándome proactividad. Cuando me concentro en lo que sí está realmente a mi alcance, el círculo de influencia crece y disminuye el de preocupación. Solamente los que se centran en su círculo de influencia, en aquello que pueden realmente modificar, solamente ellos dan pasos reales de proactividad y efectividad a mediano y largo plazo. 2.- Lograr Sinergia: También resulta un término nuevo que se refiere a las resultados que se obtienen de las relaciones interpersonales, según la forma como se abordan. En el cuadro se muestra que cuando hay conflicto, la sumatoria de uno más uno, es medio, pues no llega ambas partes salen perjudicas. Pensemos en los juicios sobre tuición de los hijos en caso de divorcio o separación. En la transacción, todos pierden algo, pero no tanto como en el conflicto. La suma de uno más uno, es uno y medio. En cambio, cuando existe cooperación,  la suma de uno más uno es dos. SINERGIA             Conflicto:          1   +  1   =  ½
            Transacción:    1   +  1   =  1 ½
            Cooperación:   1   +  1   =  2
            SINERGIA:          1   +  1   =  3, 8, 90
Sinergia es más que cooperación. Es lograr un resultado no esperado. Es la estimulación que se produce cuando se pone en juego la imaginación para soñar resultados no predichos. En sinergia, la suma de uno más uno, es tres. Pero puede llegar a ser 8 o bien 90, depende de la generosidad, la capacidad y la disposición de las partes en diálogo. 
3.2.- CARACTERÍSTICAS   DE   LA    COMUNIDAD   EDUCATIVA             Y llegamos al centro de nuestro debate, de nuestro aporte en el día de hoy: la Comunidad Educativa. Familia y Escuela, Escuela y Familia. No se trata de una de ellas pretenda  hacerlo todo en la educación. No es confusión de roles, es complemento, es cooperación, aún más es sinergia. Que uno más uno sean a lo  menos tres.  Para ello se precisa desarrollar los siguientes aspectos de la relación familia escuela.             1.- Sentidos Compartidos: No existe ninguna familia que no tenga, más o menos claro qué quiere lograr de sus hijos, cuáles son los planes para el futuro. Es decir, todas, quien más quien menos, tienen un sentido de vida. La comunidad se va a ir formando, cuando se trabaje para que estos sentidos de vida sean compartidos, es decir, que exista la máxima aproximación entre el sentido, objetivo que profesa la Escuela Católica, y el de la familia con la cual quieren ayudarse para educar a esos hijos, a esos alumnos. Si la familia busca solamente buenos resultados académicos y el colegio se dedica solamente a la pastoral, está claro que no habrá sentidos compartidos... El crearlos implica mucha claridad, mucha conversación, mucho tiempo, coherencia entre lo que se dice y lo que hace, especialmente de parte del Colegio.             2.- Pertenencia: A medida que se crece en compartir sentidos, cuando las personas se sienten cómodas y conforme con lo que se les entrega y la forma en que se les trata, nace el sentimiento de Pertenencia. “Este es mi colegio”.  “Estoy orgulloso de él”. “No me cambiaría por nada en el mundo”... son frases que a todos los directores nos justaría escuchar de nuestros alumnos y de nuestras familias.  Pertenencia es un sentimiento espiritual, pero implica ritos, fiestas anuales, semana del colegio, tradiciones, uniforme, himno del colegio, polera, insignia, etc. Sin pertenencia no hay comunidad. Sin comunidad, no hay educación.                   3.- Lograr el mayor equilibro entre el logro del bien personal con el bien común.  Si bien parece cercano al tema anterior de “sentidos compartidos”, implica a veces decisiones en las cuales se debe discernir hasta dónde se puede buscar el bien personal de una de los miembros en relación al bien común de todo el grupo. Punto que debe estar claro, que implica muchas veces renuncia al bien personal para lograr algo más valioso que atañe a todos. Es uno de los puntos más difíciles para un gestor, directivo de colegio o de centro de padres, cuando se trata de asignar recursos, tomar decisiones sobre personas (docentes que llevan tiempo y son sostén de una familia, pero que están fallando en su labor educativa... alumno que está resultando destructivo para los demás, pero cuya conducta es fruto de una situación personal difícil, etc.).  El haber trabajado entre todos la Misión que el Colegio se propone como propuesta educativa ayuda a lograr este equilibrio. “Cuando tengo claro cuáles son mis “Sí”, me resulta fácil decir “No” en paz”.           COMUNIDAD   EDUCATIVA
                    Sentidos  Compartidos
                     Pertenencia
                     Bien Personal = Bien Común
                     Reciprocidad de Servicios              S I N E R G I A   
                          COMUNIÓN
                          PARTICIPACIÓN             4.- Reciprocidad de Servicios: Comunidad es exactamente esto: intercambio positivo de servicios mutuos, que nacen de la aceptación y valoración de la diversidad de los miembros de esta comunidad. Docentes, directivos, alumnos, padres de familia, auxiliares, administrativos, todos, cada uno desde la riqueza de su capacidad y del puesto que ocupa, entregando lo mejor de sí, para el bien de esos hijos-alumnos, para que puedan llegar a ser “buenos cristianos y buenos ciudadanos”, como dice el eslogan de varias congregaciones religiosas fundadas en el siglo 19.
3.3.- COMUNIÓN    Y   PARTICIPACIÓN             Y termino con las dos palabras claves que los Obispos reunidos en Puebla entregaron como la forma de construir el Reino de Dios a través de la Iglesia. Comunión y Participación.             Sin un mismo espíritu, sin Común-Unión, no hay posibilidad de dar una direccionalidad al proceso educativo, y el hijo-alumno se verá tironeado por los padres o por los profesores. En su inmadurez, al no tener un norte seguro, terminará siendo agnóstico: todo da lo mismo, no hay nada seguro, no existe una verdad...             Sin Participación, las personas no se sentirán comprometidas como para dar lo mejor de sí. Asistirán a las reuniones porque lo manda el Colegio, pero las considerarán un mal menor.  Seguirán las normativas porque lo mandan, pero no habrá posibilidad de  crecer en el sentido de pertenencia, en la búsqueda del bien común.             Comunión y Participación, las dos condiciones, que en equilibrio, permiten la construcción del Reino de Dios en la Escuela, y el crecimientos de los Hijos de Dios entre los hijos-alumnos, motivo de nuestra entrega y de nuestra dedicación. Hno. Aldo Passalacqua R.    
Rector Instituto O’Higgins    
Director Area Educación CeCh. Santiago, 17 de noviembre de 2001

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