La Vicerrectora Susana Urayama junto a los homenajeados.
- Los protagonistas fueron los profesores Mónica Campos, Sergio Lara, Luis López y Luis Guaico; el auxiliar José Parraguez y el Rector Manuel Llanos.
El pasado jueves 26 de diciembre, a las 12:00 horas, nuestros funcionarios junto a integrantes del Consejo Directivo y representantes de los estamentos, se reunieron en la Capilla Colegial para celebrar una emotiva Misa de Despedida, en honor a los profesores que se acogen a retiro este año, así como al Rector Manuel Llanos, quien en 2025 asumirá nuevas responsabilidades dentro de la Congregación Marista.
La misa, cargada de gratitud y emoción, estuvo presidida por el Padre Arul Dhas, y en ella se reconoció el testimonio y dedicación de los educadores Mónica Campos, Sergio Lara, Luis López y Luis Guaico, quienes, tras años de entrega, se despiden de la institución al acogerse a su jubilación. Además, se hizo un reconocimiento especial al auxiliar José Parraguez, quien también se despide de la comunidad, y a don Manuel Llanos, quien continuará su misión marista como Secretario Ejecutivo de Vida y Misión.
Los compañeros más cercanos de los homenajeados dedicaron emotivas palabras de reconocimiento y agradecimiento. Además, el colegio y los estamentos entregaron presentes como símbolo de gratitud por su legado en la formación de generaciones de estudiantes y su compromiso con la misión educativa marista.
El Rector Manuel Llanos expresó en la homilía: “Estamos reunidos en esta eucaristía para dar gracias a Dios por el regalo de la vocación educativa, y en especial, para despedir y reconocer a queridos educadores que han dedicado años de su vida a la misión marista. Sus nombres, rostros y testimonios quedarán presentes en el corazón de esta comunidad educativa, pues han sido, cada uno en su estilo y vocación, testigos del Evangelio en medio de nosotros”, señaló.
Este acto de despedida, que se realiza tradicionalmente cuando un miembro del colegio se acoge al retiro, fue un momento de profunda gratitud y emoción para todos los presentes, quienes compartieron no sólo una celebración litúrgica, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos que nos unen como comunidad educativa marista.