En la Capilla de nuestro Colegio se realizó Misa por su eterno descanso.
El querido funcionario del Estadio Marista falleció este domingo producto de una avanzada enfermedad.
En la Capilla de nuestro Colegio se realizó este lunes la Misa por el eterno descanso de Antonio Valenzuela Gálvez (Q.E.P.D), quien por más de 40 años hizo del Estadio Marista, más que su lugar de trabajo, su hogar.
Mismo lugar en el que falleció este domingo, a los 67 años, tras un avanzado cáncer, justo cuando las plantas y árboles del Estadio lucían sus mejores flores, tal como lo recordó una de sus familiares en la Eucaristía.
El mayor de cuatro hermanos, Antonio llegó al Estadio el año 1977. Allí, a la par del desarrollo del recinto, también formó su familia, que fueron testigos, al igual que toda la familia Marista, de cada árbol que plantó y cada rosal que podó, con esmero y verdadera vocación Marista; misma vocación que tuvo para velar por la seguridad de más de 40 generaciones de estudiantes y sus familias, que han hecho de nuestro Estadio el lugar de esparcimiento y práctica deportiva que Antonio siempre quiso.
“Tuvo siempre un compromiso y fidelidad a toda prueba con nuestro Instituto, siempre con humildad y respeto, encarnando en cada jornada, hasta casi los últimos días de su vida, nuestros valores Maristas”, señaló el Rector Claudio Castillo, en el último adiós de la comunidad Marista de Rancagua.