Como suele suceder con las acciones del Espíritu que ocurren en una atmósfera de silencio, el pasado 5 de mayo tuvo lugar un encuentro con los vecinos de la Villa Hermano Fernando de la Fuente, en donde fuimos invitados como comunidad marista por la directiva vecinal. Como signo de un nuevo comienzo en donde todos aportamos, ese día, llegaron al lugar diversos representantes de la comunidad colegial: estaban presentes los jóvenes del Avanzado de Historia, representantes de la comunidad de apoderados, la comunidad de Laicos de Champagnat Oasis , la comunidad de Hermanos Maristas de Rancagua y la visita especial del Hermano Agustín Carazo. El objetivo del encuentro era doble, por un lado dar a conocer por medio de un documental, el trabajo realizado durante este último año en la Villa; pero también potenciar la vinculación y la fraternidad con nuestros hermanos y amigos de la Villa.

Era un encuentro esperado por todos, puesto que constituía un recodo para mirar el camino recorrido desde que se inició este espacio de encuentro y vinculación con personas que habían vivido por años al lado nuestro, pero a quienes no conocíamos. Espacios con rostros y anhelos concretos que conocieron y quisieron descubrir los jóvenes del Avanzado de Historia del Instituto O´Higgins, Colegio Marista de Rancagua, cuando llegaron a la Villa, hace un año atrás.

Ya en las primeras visitas quedaron encantados con la acogida de su gente. La sede de la junta vecinal se abrió de par en par para iniciar el diálogo que daría lugar luego al documental. Junto con la sede se abrieron las puertas de los hogares de la Villa; y, luego de las encuestas se logró la convicción de que los vecinos estaban deseosos de construir un relato que les diera identidad y sentido de pertenencia.

El documental, señaló uno de los estudiantes del Avanzado, es sólo una parte del proceso de construcción de esta identidad. Queremos aportar para que la gente de la Villa se sienta parte de la gran Familia Marista.

La señora Amalia Guevara y la señora Cecilia, presidenta y secretaria de la junta vecinal, agradecieron la generosidad de los jóvenes que dejando de hacer sus cosas para el colegio, dedicaron tiempo y capacidades para construir la historia de la Villa. Felicitaron la posibilidad de ver el documental que enriquece a todos, que además es expresión del deseo de integrar a los vecinos de la Villa a la Familia Marista, que se ha ido manifestando de muchas maneras en los encuentros que se han tenido en el Estadio Marista, en donde nunca se han establecido diferencias.

Agradecimiento especial dieron al Hermano Agustín Carazo, quien compartió fragmentos de su libro “Hno. Fernando de la Fuente; Santo para los demás”, que dieron luces sobre la personalidad de este hombre santo, del cual la Villa lleva el nombre; entre los muchos elementos, destacó que siendo Rector, en un gesto nunca antes visto y difícil de ver en la actualidad, dejó la comodidad del cargo a un año de terminar su período, y se ofreció como misionero para ir a los campos de refugiados ruandeses en Zaire.

En tiempos en que fortalecemos nuevas expresiones del Carisma, y en que pretendemos activar nuevos estilos de solidaridad, la persona del Hermano Fernando de la Fuente nos sigue interpelando. El mismo que en 1977 formó el taller de periodismo del colegio, nos sigue animando a crear nuevos estilos de relación con nuestros hermanos de las periferias existenciales.

“Fernando, has sido y seguirás siendo por mucho tiempo un portavoz de Dios. A través de ti, Él se nos ha hecho más cercano. También el Carisma. También Champagnat. Eres viento fresco que nos viene de la nueva La Valla, construida con el corazón de África” (Carazo, 2006).

Con toda certeza podemos decir, Hermano Fernando, también sigues siendo hoy testigo del Evangelio, que nos indica el camino de un Nuevo Comienzo.

Christian Arancibia Gaete
Mayo de 2017