Con la presencia de toda la comunidad educativa, el Obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic; el Sr. Ernesto Reyes, Representante del Provincial para la Misión; el Sr. Mauricio Guzmán, Director de la Sección Básica de nuestro colegio; y autoridades políticas, el viernes 06 de mayo se llevó a cabo la inauguración del segundo año académico del colegio Cristóbal Ignacio Moreno Aravena (Cima).

En la oportunidad, Monseñor Goic junto al Padre Ernesto Castro bendijeron el patio, las salas y a toda la comunidad que forma parte de esta institución, asentada en el sector de El Cajón de la comuna de Coínco. Fue una ceremonia muy especial, ya que hace un par de días atrás el establecimiento recibió el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación (Mineduc). Durante el acto, la hermana de Cristóbal, Elizabeth Moreno, se emocionó relatando el esfuerzo de su familia para sacar adelante este proyecto, que hoy ve su futuro con mayor certeza.

“Cima, colegio que con niveles de preescolar a sexto básico albergará a más de 200 o 300 niños, con sus instalaciones y sala de atención a apoderados, y si Dios quiere también pronto una Capilla, es un sueño en que toda la familia se ha visto involucrada. Se ha formado gracias al empuje de muchos y al financiamiento casi total de mi padre, amigos e incluso de gente que no conocíamos”, manifestó su hermana.

El Sr. Ernesto Reyes, por su parte, destacó esta iniciativa y los invitó a trabajar para seguir sembrando los valores de este proyecto educativo en sus alumnos. “Esta semilla que se está cultivando acá en una realidad rural, con características tan familiares, nos hace tener presente no solamente a Cristóbal, sino que a nuestro Fundador. Cristóbal se fue con una serie de valores, que nuestro Fundador nos invitó a cultivar. Invito a la directora, a los alumnos y a la familia a seguir tejiendo el sueño que está declarado acá, que es la misión y visión de esta institución llamada Cima. Por lo tanto, les invito a que vivan su sueño y vivan su misión”, señaló.

Fue una tarde de emociones, donde se hizo presente un grupo de nuestro colegio, liderados por el profesor Waldo Acevedo, quienes trasladaron el arte hasta este espacio. Sobre el escenario también hubo reconocimientos, tristeza, emoción, alegría, pero por sobre todo, compromiso con este proyecto familiar, que nació el 2015 en memoria de Cristóbal Ignacio Moreno Aravena, alumno de nuestro Instituto que falleció en 2011, luego de subir un accidente, con el objetivo de entregar educación a los niños, niñas y adolescentes del sector.
 
Que el Señor, la Buena Madre y San Marcelino guíen a Luisa Aravena y Marcos Moreno, padres de Cristóbal, en esta misión basada en el amor y entrega a otros.