En todas partes de nuestra sociedad actual, neoliberal y global se habla, se dice y se hace solidaridad. El actual panorama de Chile, después del terremoto, nos sumerge en un mundo solidario, en pequeños micromundos de la caridad y el amor. En definitiva, estamos en una tierra fértil donde puede germinar fácilmente la semilla de la vocación. Cada uno tenemos una concepción subjetiva de la solidaridad, de acuerdo a nuestra experiencia o nuestros ideales. A todos nos gustaría pensar en la solidaridad como la mutua interdependencia que tenemos entre todas las personas, de al modo que unos nos somos felices, si no lo son los otros.

Traducido con otras palabras, la solidaridad es un valor humano que, manifestado en una actitud permanente y cotidiana, implica empeñarse voluntariamente y desde todas las capacidades individuales por la igualdad de oportunidades y el desarrollo integral de las personas, preferentemente de quienes sufren desigualdades. En la reflexión que se hizo a los alumnos de 3° y 4° medio, la cual estuvo a cargo de Hno. Luís Cornejo, quien es el Encargado de Pastoral Vocacional Marista en nuestro país, se planteó el siguiente alcance sobre la solidaridad en clave vocacional: ¿Cuál sería la clave, el criterio de fondo, la originalidad de la solidaridad, para que produzca en estos jóvenes y en su entorno, un deseo sincero de escuchar o descubrir la voluntad de Dios y un segundo deseo de responder su llamado. Esta pregunta fue trabajada por los alumnos y alumnas presentes de manera entusiasta y comprometida, participando activamente de las dinámicas que planteó el Hno. Luís durante su exposición.

La visita del Hno. Luís Cornejo fue organizada por la Pastoral colegial y los profesores encargados de la Pastoral Vocacional del IOH.