Se acerca
Navidad y esperamos con esperanza la llegada del Niño Dios a
nuestros corazones. Toda nuestra comunidad educativa ha sido
participe de un año diferente con diversos matices que marcaron
este proceso escolar 2010.
Cuando comenzamos el año escolar 2010 todos
pensábamos en lo especial que sería y de que manera seriamos agentes
activos en las diferentes celebraciones y eventos que se venían. Por
un lado todo lo relacionado a los actos del Bicentenario de la
Patria, los inicios de la celebración por el Centenario Marista,
encuentros culturales, reuniones de profesores de religión,
experiencias rurales, la realización de los Juegos Deportivos
Masculinos Maristas, etc.
Todas estas actividades estaban planificadas y se
debían trabajar con la eficiencia y organización que ha
caracterizado al IOH, pero el 27 de febrero nos hizo ver una
realidad cruda y conmovedora sobre la naturaleza humana y de que
manera los seres humanos deben luchar para sobreponerse a estas
pruebas que nos entrega la vida.
A partir de este momento, nos vinieron diversos
acontecimientos propios del IOH que nos dejaron un enorme pesar,
como fue la partida al encuentro con el Señor de los Hermanos Miguel
Baima, Ismael de Córtes y Jaime Jáuregui, quienes dejaron un gran
recuerdo y legado en los cientos de ex alumnos maristas que fueron
educados por estos seguidores del Padre Champagnat. Junto a esto, la
tragedia y el sufrimiento ha estado presente en padres, apoderados y
ex alumnos, por quienes oramos constantemente en nuestras
peticiones.A contar de esa fecha nuestro
colegio debió afrontar diversos daños en su infraestructura que lo
llevaron a realizar cambios temporales en los horarios de las clases
regulares, modificar el uso de salones y bibliotecas como salas y
otras alteraciones más que tuvimos que afrontar con el objetivo de
poder dar cumplimiento total a los compromisos del año escolar;
aspecto que fue cumplido satisfactoriamente por todo el personal
colegial.
Sin duda que los recuerdos de este año 2010 serán muy
diferentes al resto. Tuvimos pena y dolor, alegrías y emociones que
no dejaron indiferente a nadie. Por esto es importante como
comunidad educativa cristiana dejar todo en las manos de Dios. Es él
quien guía nuestro camino y decidirá lo mejor para nosotros,
teniendo muy claro que los hombres y mujeres con un corazón noble y
de buena voluntad siempre podrán conseguir sus deseos, aunque cueste
más de la cuenta, por que la Fe, la Esperanza y la Humildad son
signos de una vida consagrada dedicada al acompañamiento de nuestros
hermanos que sufren y tiene grandes necesidades.
A nombre de nuestro Rector, Hno. Aldo Passalacqua
Restini, su Consejo Directivo, el Cuerpo Docente y Personal
Colegial, queremos entregar nuestro sincero saludo de Navidad y
Bendiciones a nuestros alumnos (as), padres y apoderados.
¡Feliz Navidad a Todos!