Queremos
compartir con toda la comunidad, esta novedosa forma de
enseñanza de esta asignatura y algunos consejos para hacer más
grato todo este proceso. Este material fue preparado por el
profesor del ciclo de media inicial, Darío Morales.
La inquietud que prevalece en la actualidad sobre la
problemática que representa la enseñanza de la Matemática en los
diferentes niveles educativos, me hace reflexionar en las
siguientes cuestiones, la idea es proponer al profesor algunas
sugerencias didácticas y la posibilidad de despertar el interés
de los maestros de primaria y secundaria sobre este tema.
Cualquier aprendizaje por descubrimiento tiene un
grado de significatividad mayor que el aprendido por imitación.
La verbalización de ese descubrimiento facilita una mejor
estructuración y afianzamiento del conocimiento adquirido. Es
necesario crear un contexto de aprendizaje adecuado en el que
todos esos descubrimientos se pongan en común, se compartan, se
amplíen, se discutan... dejando el protagonismo al alumnado y
fomentando así la autonomía intelectual y la interacción entre
iguales.
Nada hace mejor que el propio alumno descubra por
su propia experimentación, ya que lo que descubrió se le quedara
gravado con seguridad mas fácilmente y por mas tiempo, y si
además verbaliza lo que descubrió o aprendió, es decir que
escriba con sus propias palabras, tomando sus propios apuntes,
estos serán mas eficaces que los apuntes dictados por el
profesor.
Quisiera anotar algunas conclusiones que leí del
Informe Cockcroft (1982), sobre qué debería incluir en la
enseñanza de las matemáticas en todos los niveles:
Una exposición por parte del profesor.
Discusiones entre el profesor y los alumnos y entre los
alumnos mismos.
Trabajos prácticos adecuados.
Consolidación y práctica de técnicas y rutinas básicas.
Resolución de problemas, incluyendo la aplicación de las
matemáticas a situaciones de la vida diaria.
Trabajo de investigación.
Los estudiantes deben desarrollar la comprensión
de los conceptos y procedimientos matemáticos. Deben estar en
capacidad de ver y creer que las matemáticas tienen sentido y
que son útiles para ellos. Maestros y estudiantes deben
reconocer que la habilidad matemática es parte normal de la
habilidad mental de todas las personas, no solamente de unos
pocos dotados.
Se debe alentar a los estudiantes a formular y resolver
problemas relacionados con su entorno para que puedan ver
estructuras matemáticas en cada aspecto de sus vidas.
Experiencias y materiales concretos ofrecen las bases para
entender conceptos y construir significados. Los estudiantes
deben tratar de crear su propia forma de interpretar una idea,
relacionarla con su propia experiencia de vida, ver cómo encaja
con lo que ellos ya saben y qué piensan de otras ideas
relacionadas.
Los profesores que ayudan a los niños a desarrollar su capacidad
matemática dedican menos tiempo a hablar sobre matemáticas, a
asignarles trabajos de práctica, y a pedirles que memoricen
mecánicamente. En cambio realizan actividades que promueven la
participación activa de sus estudiantes en aplicar matemáticas
en situaciones reales. Esos profesores regularmente utilizan la
manipulación de materiales concretos para ser más eficaz en la
comprensión. Hacen a los estudiantes preguntas que promuevan la
exploración, la discusión, el
cuestionamiento y las explicaciones. Los niños
aprenden, además, los mejores métodos para determinar cuándo y
cómo utilizar una gama amplia de técnicas computacionales tales
como aritmética mental, estimaciones y calculadoras, o
procedimientos con lápiz y papel.
Los estudiantes necesitan ver las conexiones entre conceptos y
aplicaciones de principios generales en varias áreas. A medida
que relacionan ideas matemáticas con experiencias cotidianas y
situaciones del mundo real, se van dando cuenta que esas ideas
son útiles y poderosas. El conocimiento matemático de los
estudiantes aumenta a medida que entienden que varias
representaciones se interrelacionan. Para lograrlo necesitan
experimentar con cada una y entender cómo están conectadas.
Dar a los estudiantes oportunidades para realizar trabajo
reflexivo y colaborativo, constituye parte crítica de la
enseñanza de matemáticas. Las ideas matemáticas las construyen
las personas; los estudiantes necesitan experimentar la
interacción social y la construcción de representaciones
matemáticas que tengan significado, con sus compañeros y sus
profesores. En un enfoque democrático, el profesor no es el
único que conoce y transmite conocimiento, ni debe ser el que
siempre tiene la respuesta. Los estudiantes deben tomar la
iniciativa en el planteamiento de preguntas e investigaciones
que les interesen y
llevar a cabo investigaciones en forma conjunta
con el maestro.
Debe usarse una diversidad de métodos de evaluación para valorar
a los estudiantes individualmente, las cuáles deben todas
concordar con el currículo. Todos los aspectos del conocimiento
matemático y sus relaciones deben ser valorados y utilizados
para ayudar al profesor a planear actividades de enseñanza y
aprendizaje. Las pruebas estandarizadas cumplen una mejor
función en la evaluación de programas que en la evaluación de
estudiantes individuales.
No quiero terminar sin mencionar también algunas ideas de
algunos personajes que creo que son importantes sobre la
enseñanza de las matemáticas:
Hacer matemáticas es pensar y no aplicar reglas para encontrar
la única buena respuesta por el único método correcto. (Rouche,
1989)
El estudiante no es jamás una página en blanco sobre la cual
el profesor escribe el conocimiento, al contrario, posee modelos
que orientan su comportamiento y que le proporcionan un esquema
de pensamiento. (Revuz, 1980)
Construir la enseñanza no sólo sobre la materia de aprender,
sino que sobre los procesos a través de los cuales el aprendiz
inventa o recrea las matemáticas. (Frudenthal, 1986)