Aunque para muchos, la música es solo un arte, es muy sabido que tiene diversos beneficios en las personas, pero esta mañana de 22 de septiembre, un grupo de alumnos del Instituto O’Higgins, guiados por sus profesores, Raúl Rivera y Katia Rosas, debatieron sobre la idea en que la música, centrándose principalmente en la escuchada por los jóvenes e igualmente utilizada en los Mass Media como melodía o jingle en publicidad, puede promover un comportamiento y actitudes exageradas o promiscuas. Pero la tónica que marco esta jornada, fue el uso exclusivo del idioma ingles en las intervenciones de los participantes. El grupo del Instituto O´higgins, compuesto por Milton Fuentes, Flavio Albornoz, Manuel Callejón (2º Medio), Constanza Aguirre, Consuelo Guerra (Tercero Medio) y Diego Zamora (4º Medio), contendieron contra un equipo del Liceo Oscar Castro, que con una gran preparación, logró cimentar sus bases y respaldos como parte de la oposición a la propuesta, destacando principalmente los beneficios que trae la música en las personas de forma intelectual y emocional, con la destacada participación de los alumnos Nicolás y Pablo López y de Pablo Carvajal (Alumnos del Liceo Oscar Castro). La propuesta fue defendida principalmente utilizando como recurso las letras, melodías y bailes que la música trae consigo (enfocándose principalmente en el reggaeton, música popular en las tendencias juveniles), y de parte del equipo opositor, desde un ámbito filosófico al social, enfatizaron los logros y beneficios en las actitudes y desempeño intelectual emocional y social que la música provocaba en el individuo, dando a notar que las actitudes negativas son las mínimas. Como forma de conclusión, a partir de las diversas acotaciones realizadas por ambos bandos, se pudo extraer que la música es por primera función una forma de arte y entretención, y que las actitudes o cambios en el comportamiento que puedan conllevar, dependerá de la misma persona si las adopta o no.