Con emoción,
lágrimas y recuerdos, los 4º Medios 2007 vivieron el final de un
proceso como alumnos del colegio.
No hay etapa que no llegue a su fin. Es el momento más
esperado por los alumnos mayores del colegio: el último día de
clases.
Aquí se hace un rápido recorrido por todos los momentos vividos
en las aulas y el reconocimiento a sus profesores (as) que se
esforzaron al máximo por lograr en ellos el máximo rendimiento
de sus potencialidades.
Son 12 años de trabajo, éxitos y sonrisas, pero también de
penas, tropiezos y errores. Pero sin duda son aspectos que hacen
más importante el respeto por la vida y por quienes están a
nuestro lado, reconociendo en vuestros tutores y colaboradores
los años de dedicación para lograr en ellos el ideal de un
alumno marista: un líder cristiano y proactivo.
La jornada del día final comenzó normalmente, ingreso a las 8
A.M, revisión de la lista de clases e inicio de los ensayos
fijados para la PSU. Posteriormente, y a medida que terminaban ,
los futuros egresados salieron al patio de su sección en donde
las Damas Maristas los esperaron con su tradicional colación
del último día como alumnos, un rico hotdog italiano
acompañado con bebidas.
Después de esto, dieron inicio al rayado de sus camisas con los
recuerdos que se hacían entre compañeros y en compañía los
profesores, administrativos y auxiliares, con quienes
compartieron desde pequeños. A continuación, el Inspector de 3º
y 4º medios, Sr. Pedro Gonzáles y el Director del Ciclo, Sr.
Patricio Ramírez, les dieron la autorización para que
recorrieran por última vez, como alumnos, su querido colegio.
Aquí llegaron hasta el patio del Ciclo Básico en donde se
reunieron todos en el pilar de la campana, para proceder a su
tradicional toque y recorrido por todas las secciones, incluso
por algunas salas. Todos los alumnos del IO, de 3º básico hasta
3º medio, salieron a despedirlos con cariño y alegría, pero
también con mucha emoción en aquellos que tienen a sus hermanos
mayores en 4º medio.
Queridos Alumnos de la Generación 2007, toda la comunidad
educativa del Instituto O´Higgins los despide con alegría y
entusiasmo, pero por sobre todas las cosas, con la convicción
que UDS. sabrán ser, en su calidad de Ex Alumnos, fieles
portadores de una tradición educacional que ha llenado de
orgullo al IO, a Rancagua, a la región y a nuestro país.
¡Felicidades y que Dios, nuestra Buena Madre y San Marcelino,
los acompañen y cuiden!