Con el firme compromiso de seguir a Dios y transmitir su palabra
a las nuevas generaciones, 146 alumnos de nuestro colegio y
otros establecimientos de Rancagua, hicieron su Confirmación
este fin de semana en la Catedral regional.
La ceremonia, que se efectuó los días viernes 30
de junio y sábado 1º de julio, fue encabezada por el Obispo de
Rancagua, Monseñor Alejandro Goic C., y contó con la presencia
de la familiares y amigos que acompañaron solemnemente a estos
estudiantes de 3º medio que renuevan su fe y compromiso como
personas integras y entregadas en la solidaridad hacía el
prójimo, siguiendo el ejemplo de San Marcelino Champagnat.
El Coordinador de Pastoral del Instituto
O´Higgins, Sr. Mauricio Guzmán, presentó al Obispo a estos
jóvenes y destacó el trabajo desarrollado para llegar a esta
instancia. A su vez, destacó la humildad y sensibilidad frente a
los problemas sociales, ya que entre todos demostraron una
enorme disposición para trabajar durante el año de preparación
espiritual y compartir con otras comunidades que están en
dificultades sociales, pero que de algún modo buscan salir
adelante y han encontrado el apoyo necesario para surgir y
consolidar sus proyectos.
Durante el mensaje central de la ceremonia,
Monseñor Goic se refirió a los temas contingentes que están en
la mira de la opinión pública y como la Iglesia pide que la
humanidad busque puntos de acuerdo y de paz, sobretodo en esta
época de poca tolerancia entre países, grupos e ideologías,
entregando como resultado solo dolor y desesperanza a nuestra
sociedad.
La comunidad marista presente, encabezada por el
Rector del Instituto O'Híggins, Hno. Jesús Triguero Juanés,
también contó con la presencia de otras autoridades maristas de
nuestro país, como es el caso del Hno. Aldo Passalaqua, Rector
del Instituto Rafael Ariztía de Quillota y del Sr. Claudio
Arellano, Rector del Instituto San Fernando, de la ciudad del
mismo nombre.
A la salida de la eucaristía, los jóvenes que se
confirmaron compartieron con sus padrinos, familiares y
profesores, demostrando su enorme alegría con el compromiso
adquirido y con la convicción de luchar como líderes cristianos
por un mundo más justo, lleno de espiritualidad y en paz.