El 14 de Mayo del presente año cuando en familia
nos disponíamos a celebrar el Día de la Madre en casa de la
abuela materna, aparentemente Felipe fue en busca de su pelota
subiendo hasta el techo de un galpón, circunstancias en que el
pizarreño se quebró, cayendo desde una altura de siete metros,
dentro de una bodega; encontrándolo luego de una búsqueda de
casi dos horas gracias al inexplicable sonido del celular que el
portaba. Fue trasladado, al servicio de urgencia del hospital de
FUSAT, donde permaneció en U.C.I.
conectado a ventilador mecánico y sometido a
diversas intervenciones, que lo mantuvieron en estado de riesgo
vital, por lo menos tres semanas, completando una estadía de 37
días hospitalizado.
Hoy al verlo prácticamente recuperado y lleno de vitalidad,
colmándonos de alegría con su presencia queremos dar fe de este
milagro y expresar a través de estas líneas nuestro más profundo
agradecimiento:
Querida Comunidad Marista:
Han pasado ya más de cuatro meses desde el doloroso accidente
sufrido por nuestro hijo Felipe Ignacio y aún no podemos
olvidar esos días en que el corazón agonizaba de dolor, pero
dentro de nosotros, había algo más grande que nos daba fortaleza
instándonos a confiar en Jesús y el infinito amor que nos tiene.
Nos parece increíble contar con el privilegio de agradecer en
primer lugar a Dios por este milagro de vida, que nos ha
permitido ver la realidad desde otra perspectiva, al sentir que
cada vez que miramos, escuchamos y abrazamos a nuestro hijo,
estamos en presencia de uno de los regalos más grandes que el
Padre Dios y Nuestra Buena Madre nos han permitido recibir, al
ver plasmado su amor en la presencia de nuestro niño de regreso
en su hogar.
Agradecemos a todos los que nos han acompañado
hasta el día de hoy, y que se han convertido en pilares de
nuestra fortaleza, como han sido, los Hermanos Maristas,
Directores de Ciclo, profesores, Grupo Scouts, apoderados,
compañeros de colegio, inclusive, personas que jamás habíamos
tenido el honor de conocer, y que concurrieron día a día
animándonos con sus palabras y comunicándonos el mensaje
esperanzador de sus oraciones.
Agradecemos a muchas personas maravillosas que estuvieron junto
a nosotros, pero, no podríamos decir cuántas, porque, en esos
momentos los ojos ven, pero el corazón y la mente son incapaces
de aquilatar lo que está sucediendo.
Brota en nuestros corazones una
palabra muy corta, pero, que hoy encierra
profundos sentimientos, para todos los que han estado junto a
nosotros en estos momentos tan difíciles: GRACIAS,
infinitamente GRACIAS y que Dios en su inconmensurable Amor y
Misericordia para con todos sus hijos, los colme de bendiciones
y rogamos también, para que a nosotros como familia, nos permita
en algún momento de nuestras vidas, LA GRACIA de ser tan
solidarios y rebosantes en sentimientos fraternos como han sido
todos ustedes.
Que el Señor y la Buena Madre, ilumine el camino de sus vidas y
que jamás permita que sus sentimientos fraternos y solidarios,
sean diferentes.
Infinitamente Agradecidos,
Familia Gonzalez Droguett
Agradecemos al Señor de la Vida, a la Buena Madre
María, a San Marcelino Champagnat y a tantos santos intercesores
para que Felipe González Droguett esté con nosotros, sea la
alegría de sus padres, familiares y amigos. Que siga estudiando
en nuestro colegio, que juegue con nosotros en nuestros patios,
que comparta la vida y su alegría de vivir con sus amigos y
amigas del colegio, que siga participando en las actividades
scouts y como buen chileno haya disfrutado de las Fiestas
Patrias de Chile.
Gracias a la comunidad de su curso Sexto Año A
por su apoyo y sus oraciones para que Felipe González Droguett
pueda disfrutar de la vida y ser feliz.
Gracias a Dios y al espíritu solidario de tantas personas y
su oración hoy compartimos el Milagro de la Vida con Felipe
Ignacio González Droguett y nos alegramos con él y con su
familia.