Cuando supe que debía realizar esta experiencia,
lo primero que se me vino a la mente fue un montón de borrachos
desesperados, prácticamente lanzándose hacia un plato de
comida... ¡no pude estar más equivocado!.
Al llegar nos encontramos con una casa sencilla, con un patio en
precarias condiciones, pero que, de todos modos, se sentía
acogedor.
La gente que ahí se encontraba se vio un poco reacia para con
nosotros, pero después de tres o cuatro palabras y un balón de
fútbol en la tierra, todos compartimos. Para mí, como amante del
deporte, fue muy hermoso ver cómo una pelota cambiaba el
ambiente.
El momento de la cena se inició con una oración donde todos
participamos. Servimos y conversamos con las personas que hasta
allí llegaron esa noche. Nos percatamos que para varias personas
indigentes esta era la única comida del día.
Independiente de todo lo que logramos aprender y conocer
in-situ, lo más importante, creo yo, es darse cuenta que todos
podemos aportar y ayudar a
los hermanos más necesitados, no importa que sea
una ayuda limitada, nosotros no dimensionamos cómo podemos
alegrarle la vida a alguien como estos hermanos desatendidos,
con tan solo conversarles.
La hospedería del Hogar de Cristo desarrolla una labor ejemplar,
ya que entrega dignidad a la gente que no la tiene. El hecho de
proporcionarles una
ducha, comida y un techo, les cambia la vida de
una manera increíble, llevando a cabo de ese modo, lo que fue el
permanente desvelo del próximo Santo Chileno, el Padre Alberto
Hurtado C.
A continuación presento los testimonios de mis compañeros,
luego de vivir esta gran experiencia de solidaridad cristiana, a
la que nos invitó el colegio:
Me sirvió bastante para darme cuenta de la
gran obra que realizó el Padre Alberto Hurtado, con los más
necesitados y los ancianos. Descubrí otras maneras de vivir.
(Narciso Soto)
Es una gran experiencia, se logra ver una realidad distinta.
Esta obra no debería morir ya que intenta atender a la comunidad
de Chile que vive en la calle. (Mathías Gómez)
Fue asombroso, ya que yo nunca había hecho esto y no sabía lo
que sentía ayudar a gente así. Rezar antes de comer, lo encontré
muy bueno, ya que , de alguna manera, se sigue con lo que el
Padre Hurtado quería.
( Gustavo Aliaga)
Hablando con uno de ellos me di cuenta que
esta hospedería es algo muy importante para ellos porque, si no
estuviera, tendrían que dormir en la calle, con frío y lluvia..
Me sentía muy bien conmigo mismo por poder compartir con estas
personas ( Nicolás Gallardo)
Para mí la actividad fue una pérdida de tiempo y sólo se fue a
pasar un mal rato; y fue por eso que sólo fui una vez. ( Juan
I. Lara S.)
Me mostró el grado de tolerancia que tienen las personas
voluntarias, ya que no discriminan a los indigentes.
(José Arraño).
Una gran experiencia ya que sirve para conocer
diferentes realidades y conocer a otras personas, tratándolos
dignamente. (Nicolás Rojas)
Aprendí que hay personas que no tienen nada y son felices...
otras tienen mucho y siempre protestan porque quieren más y no
son felices. ( Diego Guzmán)
Es muy hermoso ayudar a esas personas. Me sentí lleno por
dentro, del espíritu, como si mi corazón fuera un sol lleno de
energía. (Alejandro Muñoz L.)
Antes de vivir esta transformadora
experiencia, yo veía a los necesitados de una manera no muy
cariñosa, más bien penosa por su condición de vida, pensando que
ellos, por vivir en la hospedería, serían aburridos y tristes.
Quedé asombrado por el amor y cariño que esta gente puede
entregar.
(Tomás Standen)
Me ayudó mucho a unirme con ellos, conocerlos. Fue una
experiencia para eliminar los prejuicios, porque no siempre una
persona mal vestida, es una mala persona.
(Gonzalo Dueñas.)
Uno logra conocer la realidad de otras
personas con las cuales Jesucristo se identifica, además uno
logra tomar conciencia de todo lo que tiene, a valorar lo
,propio y a cuidarlo. Nos muestra y nos abre los ojos ante la
realidad del país. (Pedro Ramos)
No se creó un ambiente adecuado, lo que me hacía sentir
incómodo, un estorbo. Al no sentir afinidad con la experiencia
solidaria decidí no asistir una segunda vez. (Carlos Mena)
A nosotros nos cuesta agradecer lo que
nuestros padres, profesores, amigos hacen por nosotros, pero esa
gente humilde tiene la capacidad de mirarte a los ojos y decirte
gracias. (Edgar Sandoval)
Me ayudó para aprender a servir y no ser servido. Me agradó
mucho que esas personas nos recibieran de una manera tan
agradable.( Antonio Núñez)
Podemos seguir el ejemplo del Padre Hurtado, siendo solidarios
con todas las personas , sin discriminación, especialmente con
los más pobres, que requieren mayormente nuestra ayuda y además
reconocer que Cristo está presente en ellos y en todos nosotros.
(Matías Andrade).
Conocí a gente que nunca imaginé, me
entregaron muchas cosas buenas, me sirvió para juzgarme lo
indiferente que soy con las personas que no conozco y gracias
esto hoy tengo un mejor punto de vista . Me enseñó a ser más
empático con la otra gente. (Víctor Valenzuela).
Un sentimiento digno de resaltar fue la
felicidad que tenían las personas a pesar de todos los
problemas. Siempre fui recibido con una sonrisa , mientras yo me
amargo con cosas realmente insignificantes. Fue una gran lección
de vida.
( Matías González)
Gracias a Dios tengo una familia que me ama.
Esta experiencia hizo que madurara un poco en el aspecto de ser
más preocupado por el prójimo. Para que ellos puedan estar mejor
y ser mejores personas, nosotros tenemos que ayudarlos. (Iván
Vargas)
Experiencia muy buena y reconfortante,
comenzando por hacer la oración y ver a las personas cómo
agradecen y pìden a Dios . Me gustó la visita. ( Gabriel
Morales)
Debemos ayudarles porque ellos son nuestros hermanos y
merecen la misma dignidad que nosotros, aunque no tengan las
mismas posibilidades y oportunidades, debemos dárselas.
(Federico Saborido).
Una experiencia uy enriquecedora para mí, dado que me dí cuenta
personalmente de cosas que veía y escuchaba a diario pero que no
les prestaba atención. Aprendía avalorar a mi familia como un
pilar fundamental en mi vida. (Diego Albornoz)
Me di cuenta que por ser pobres, tal vez
tengan más problemas que nosotros, pero valores tienen muchos y
tal vez más que nosotros. ( Ignacio Arellano)
Vi a personas que a primera vista no tienen nada, pero sí tienen
algo que es inmensamente valioso, es a Dios y la fe en Él. Con
Él se puede ser feliz a pesar de todo. (Pablo Salazar).
Es una experiencia muy provechosa, ya que aprendimos cómo
realmente viven los más necesitados y conocimos lo que hacen
para subsistir. (Felipe Isaule)
Una gran experiencia, ya que he podido ver y
reconocer otras realidades de vida. Me di cuenta de que algo
podemos hacer para darles un día mejor a aquellas personas.
(Francisco Ibarra).
Me ayudó a valorar a la gente necesitada. Ellos no están al
margen de la sociedad; sino que nosotros simplemente no vamos a
visitarles. (Alberto Toro)
Me gustaría seguir visitándolos para ver
nuevamente la felicidad de ellos, para sentir la calidez humana
que tienen hacia mí. (Joaquín Sánchez).
En ese momento uno dimensiona cuánta gente va a la hospedería y
cuánto se alegran con nuestra visita, ya que ellos se sienten
olvidados en la sociedad.
( Gonzalo Hurtado).
Bastó con entrar a la hospedería para darme
cuenta de que nosotros seríamos los que aprenderíamos mucho.
Nuestras realidades son totalmente distintas a la de esa humilde
gente y es tremendamente valioso que el colegio nos dé esta
oportunidad de conocer el otro lado de la vida. Hay gente en el
mundo que necesita nuestro amor y compañía. (Toshiro Yamada).