En dichas visitas se pretende, por una parte poner en contacto al alumno con todo lo que rodea al poeta , no sólo en lo que respecta a su poesía escrita, sino constatar en terreno su forma de vida, sus costumbres y sus aficiones que dan cuenta de una esencia poética en el diario vivir, una visión distinta del mundo, desde una perspectiva artística. Y por otra parte valorar el trabajo artesanal de los habitantes de Pomaire, para que conozcan los procesos que involucra este oficio, desde que extraen la arcilla de los cerros aledaños hasta el producto final: las conocidas figuras de greda. Con estas actividades los alumnos aprenden a valorar el desarrollo de la imaginación, la apertura a distintas visiones del mundo que permite el trabajo artístico y por último a valorar el trabajo sacrificado, minucioso que nos identifican como pueblo.

Testimonio de ello es el comentario realizado por un alumno de octavo básico:

“Conociendo estas dos realidades tan distintas entre sí; la de un poeta y la de un artesano puedo comprender que cada uno de ellos aporta a nuestra sociedad desde su actuar, y que en conjunto nos dan algunas características que como país nos diferencian de los demás y nos hacen ser únicos. También considero que es importante dar a conocer y proteger aquellas cosas que nos hacen ser chilenos. Pude darme cuenta de cómo la geografía de nuestro país influye en las personas, de tal forma que se identifican con ella: Pablo Neruda con el mar y el artesano con la greda. En resumen, la cultura de un país es edificada por cada uno de sus habitantes desde los más diversos ámbitos.”
Franco Marreese 8ºA
 
Posterior al viaje y producto de sus observaciones, los jóvenes fueron evaluados tanto en la asignatura de lenguaje como en tecnología a través de presentaciones en power point e informes, cumpliendo así con los objetivos planteados para este viaje cultural.