Ya desde el inicio de la semana existía una gran expectativa y
ansiedad por las actividades a realizarse el día jueves 18 de
agosto, sabíamos por la visita que hicimos a la capilla algunos
meses atrás que el trabajo a realizar era harto y muy duro, lo
que nos produjo aun más ganas de asistir con energía. Desde
algunos días atrás ya teníamos repartido el trabajo, comprado
los materiales y cada uno sabia exactamente que hacer.
Por fin llegó el tan esperado día, todos veníamos
con palas, martillos, escobas, clavos y otros múltiples
implementos para realizar adecuadamente nuestro trabajo. Pasadas
las 8 de la mañana ya estábamos en el interior del bus que nos
llevaría a Coltauco y casi a las 9 de la mañana partimos hacia
el lugar. En unos 40 minutos más tarde llegamos a nuestro
destino y grande fue nuestra sorpresa al ver que la comunidad de
la capilla nos esperaba con un rico desayuno que nos dio las
energías para nuestro trabajo.
Tras terminar de desayunar llegó la camioneta
donde venían los materiales que habíamos comprado. Nuestro curso
se dividió principalmente en 3 grupos; el 1° grupo se dedicó al
trabajo en madera y elaboraron bancas para la capilla; el 2°
grupo se dedicó a la construcción de cercas y murallas para
proteger y decorar los limites de la capilla y el 3° grupo se
dedicó a la limpieza del campanario y del interior de la
capilla.
Con mucho animo iniciamos nuestras labores, nadie
descansaba todos estábamos ocupados en lo que teníamos que
hacer. A medida que íbamos avanzando en el trabajo teníamos
ratos libres para conversar y compartir con las persona de la
comunidad de la capilla y conocer su realidad y un poco más de
su vida. También nos dimos cuenta de lo muy generosa que es la
gente humilde que nos dieron un abundante almuerzo y
posteriormente una gran once.
A las 16:00 horas estábamos finalizando nuestros labores y
tuvimos un tiempo para recorrer y conocer los alrededores, para
recrearnos y compartir con un pequeño pero significante partido
de fútbol cerca de la capilla. A las 17:00 fue hora de la once y
una nueva instancia de compartir con las señoras y niños del
sector.
De esta forma finalizábamos un gran día de trabajo y convivencia
en el cual aprendimos lo muy gratificante que es ayudar con una
muy bien realizada obra y como la gente que es más sencilla sabe
gratificar los esfuerzos de todo un día. Sin duda que fue una
actividad muy enriquecedora para todos, damos las gracias por la
posibilidad de tener estas convivencias que nos sacan de nuestro
diario actuar. Para finalizar agradecemos a la comunidad de
Coltauco que nos recibió con los brazos abiertos y hicieron que
el día fuera muy ameno.