?Y llegó el esperado día jueves, era un día
normal en el cual nos dirigiríamos a La Cuesta de Idahuillo. A
realizar nuestra acción solidaria, estaba todo preparado, los
materiales, flores y arbolitos; solo faltaba que nos viniesen a
buscar, aunque tardó un poco nuestro bus llegó, subimos con
prisa para abordar rápidamente la ruta H-30. En el trayecto
todos compartimos con alegría y entusiasmo, la más de media hora
de viaje se nos hizo muy corta.
Llegamos a la parroquia, que anteriormente
habíamos visitado junto con el profesor Michel González. Toda la
comunidad cercana a la parroquia nos recibió cordialmente, lo
cual se vio muy bien representado en el delicioso desayuno que
compartirnos junto con ellos. Pero no fuimos a comer, pronto
comenzamos a trabajar. Todos los grupos ya formados sabían
perfectamente cual era su que hacer, y los realizaron a
cabalidad.
Unos plantaron flores, otros árboles, se hicieron
las canaletas en el jardín, también se retiraron los escombros
que habían en el sector, se limpió todo el interior de la
iglesia; los pisos fueron trapeados y encerados. Todos
trabajamos arduamente, cada cual con su misión que iba más allá
de plantar o limpiar, sino demostrar el amor al prójimo, el cual
era el enfoque de ese día.
Nuestro compromiso interior fue fructífero, vivir
para los demás. Cerca de las 14:00 horas se empezaron a
finalizar es por esto que hicimos una pequeña pausa para ganar
energías con un exquisito almuerzo. Un asado condimentado con el
mejor aliño; nuestra amistad.
Luego de compartir esto con la comunidad, nos
dirigimos a ordenar los últimos detalles pendientes. Posterior a
esto pensamos en retomar el camino para emprender el viaje de
regreso, sin antes dar las gracias a la comunidad que nos acogió
durante la mañana. También nos comprometimos a volver con mas
ayuda para hermosear aun mas esta acogedora comunidad; que este
día por razones de tiempo no pudimos concretar, pero que estamos
con toda la disponibilidad par hacerlo.
En fin, ya en el bus, muchos demostrando claras
muestra de sueño y cansancio reflexionábamos Otro año mas, otra
acción solidaria. Sin embargo es ahora cuando nos empezamos a
dar cuenta de la magnitud de lo que podemos alcanzar solo si nos
lo proponemos y del verdadero significado de la palabra
SOLIDARIDAD. Ojala cada uno de nuestros compañeros pueda haber
llegado a los mismo que nosotros y que este sentimiento
encabezado por el padre Alberto Hurtado haya penetrado
profundamente hasta el fondo de nuestros corazones.