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Día de la Solidaridad 3ºA Humanista
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Agosto 2005
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En la vida hay experiencias enriquecedoras, y la que vivimos el jueves pasado fue una de ellas. A pesar del gran cansancio que teníamos pudimos irnos satisfechos y con alegría, al haber terminado nuestra labor en la capilla del sector Idahuillo en la comuna de Coltauco.   Llegamos con ganas y grandes ilusiones, y con ellas trabajamos durante gran parte del día. Fue un reencuentro con la Iglesia y con la gente necesitada.
Comenzamos el día con una pequeña oración y una motivación de nuestro profesor tutor don Valentín Palma, luego del cual salimos a esperar el bus que nos llevaría a nuestro destino. Cuando llegamos a la capilla, la gente del lugar nos dio un desayuno, después del cual se organizaron grupos para repartirse el trabajo. Al interior de la capilla la labor consistió en lijar y barnizar todas las bancas y empastar muros para luego pintarlos. Además de eso, pusimos un vía crucis, barrimos y enceramos el interior de la capilla.
 
Al exterior, el trabajo consistía en pintar, barnizar las puertas y colgar una cruz en la entrada de ésta, además del trabajo de jardinería, que se trataba de cortar el pasto, hacer jardineras con nuevas flores y podar las plantas que habían. Además, uno de los trabajos que más costó al exterior, fue el de arreglar el portón que la capilla alguna vez tuvo. Pasado el medio día, la gente encargada nos dio un gran almuerzo, que consistía en dos empanadas de pino más una cazuela de pollo. Después de éste, continuamos esmerados nuestra labor, porque sabíamos que debíamos terminar. Debido al gran esfuerzo, los descansos por parte de algunos se fueron haciendo cada vez más reiterativos, pero aún así continuamos nuestro trabajo en el lugar.
 
A medida que avanzaba la tarde, se hacía notorio el fruto de nuestro trabajo. Lo primero que pudimos apreciar terminado fue el interior de la capilla, con un rostro nuevo, muy diferente al que vimos al llegar. Lo siguiente en estar terminado fue el portón de entrada, el cual gracias al esfuerzo de algunos compañeros, le dio un nuevo aire a la capilla en general. Luego pudimos apreciar el nuevo jardín, el que se notaba radicalmente distinto al que vimos a nuestro arribo: plantas podadas, pasto corto, jardines nuevos, etc. Lo último en terminarse fue el pintado exterior, debido a las dimensiones de la capilla y al gran esfuerzo necesario para terminar esta labor. Finalmente, luego de algunas situaciones cómicas que le dieron ánimo a la situación, pudimos apreciar totalmente pintada la capilla. Lo último que se hizo, a modo de despedida, fue cuando nuestro compañero Paul junto con Jaime clavaron la cruz-estandarte de la comunidad parroquial a la que ayudamos, en el frontis de la capilla, dando así por terminada nuestra labor, con la gente del lugar totalmente agradecida. Además de la satisfacción y alegría con que nos fuimos, nuestro trabajo sirvió para unir al curso más aun, con situaciones tragi-cómicas, como algunos accidentes de compañeros. También debemos hacer llegar nuestro agradecimiento a la comunidad de Coltauco, por su confianza, y por darnos la oportunidad de ayudar

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