Muchas veces hemos experimentado una inexplicable
necesidad de convencernos a nosotros mismos de que existimos
de veras, es decir, formamos parte del "mundo real"; de que
participamos en el eco y en la angustia de otros. Y (de vez en
cuando) uno crispa los puños, atacamos, maldecimos y blasfemamos
para obligar a los demás que reconozcan nuestra existencia. Sin
embargo, rara vez se logra.
Conozco algunos relatos verídicos de este tipo de
relaciones, pero ninguno que se ha escrito con la intención de
provocar el regocijo vicioso de los posibles lectores
Pues bien, dos veces al año cada glorioso curso
del Instituto OHiggins detiene su rutina de estudio,
olvidándose de los cuadernos durante una jornada para vivir una
mañana de reflexión. A los terceros y cuartos medios nos
corresponde visitar una capilla de Coltauco, tierra mágica que
nos insta y predispone a una meditación, acompañados por los
profesores Fernando Espinosa, Michel González y Gonzalo Yavar.
Se le pregunta a tres alumnos: y tú
¿POR QUÉ ESTUDIAS
Por obligación.
Para complacer a mis padres
Para triunfar en la vida
Tres jóvenes estudian con percepciones distintas.
Uno de ellos está sumamente consciente de la razón de estudiar:
TRIUNFAR (concepto relativo a cada persona). Los otros dos,
sólo lo hacen. Así, las motivaciones y la conciencia en el
trabajo, influyen en los resultados. Además, todos los
estudiantes formamos parte de un curso, al igual como las
personas forman parte de una sociedad (teniendo derechos y
deberes). Sus decisiones influyen en uno mismo, pero también
influyen (y afectan) a los demás, debemos, por tanto
COMPROMETERNOS (no sólo a participar). Si mi aporte es positivo,
de la misma forma me verá la sociedad. Uno ve en los demás lo
que tiene dentro de sí. Cada uno tiene, por otra parte, una
tarea y misión dentro de un grupo y en la vida, se nos llama a
construir y a comenzar ahora.
DESAYUNO
Piensa que hay una explosión nuclear, hay un
refugio para seis personas. ¿A quién salvarías para repoblar la
humanidad
Un sacerdote, médico, bailarina, mujer
embarazada, su marido obrero, historiador, bioquímico, Atleta
¿Por qué
Esto es, cómo reconstruir una nueva humanidad de la mejor forma.
¿Qué haremos de nuestras vidas en unos años ¿Nos
comprometeremos a aportar lo mejor para
repoblar la humanidad
RECREO
Profunda reflexión: De qué sirve la inteligencia
si no se comparte, de que sirve lo material si no soy feliz.
Aprovechen este último año junto a sus familias, junto a su
curso, junto a los suyos. Cada persona, es un ser social, e
individual. Nuestra historia, vida y familia condiciona nuestro
ser; así como exiges que te respeten, RESPETA tu también, acepta
y estima a todos; y ello lo harán. Se termina un largo proceso
de colegio, de aprendizaje, madurar, compartir, comprometerse,
afrontar los problemas. Caminar junto a Jesús.
Así, aquellos que piensan que jornada es
sinónimo de aburrimiento y pérdida de tiempo, es que han
olvidado un pequeñísimo e ínfimo detalle:
Hay cosas que la teoría y los libros NO ENSEÑAN.
No existe la enciclopedia de la vida, son cosas que se adquieren
por vivencias y por compartir experiencias.
[En palabras simples, usted puede estudiar en teoría un
automóvil, sus partes y funcionamiento, pero otra cosa es al
volante, dónde la teoría pasa a segundo plano]
Por otro lado, entre dos ingenieros o médicos con
los mismos conocimientos, es mejor aquél que es una persona
íntegra; las diferencias las hacen
las personas
Para finalizar, lamento en demasía dos cosas:
Que no todos los alumnos de Chile tengan la
oportunidad de vivir Jornadas de reflexión.
Que los estudiantes que tienen la oportunidad de
vivirlas, no la aprovechen.
Pero bueno, la vida es así, simplemente
aprovechar las oportunidades que se nos dan.