Los jóvenes tuvieron la experiencia de vivir un retiro centrado en la temática “La vocación cristiana de los fieles laicos: Misión del joven Católico en la sociedad actual” y una “Catequesis litúrgica”, centrada en la Eucaristía y vida. Cada comunidad acompañada por su catequista junto a los animadores, Cristian Salazar y Gonzalo Yávar, diáconos de la parroquia Santa Trinidad y de nuestro colegio, respectivamente. Estas instancias, constituyen experiencias concretas de preparación, para tomar conciencia del significado que tiene dar este gran paso a la vida adulta en la fe y discernir con mayor claridad su proyecto de vida, como creyente.

A partir del momento en que recibimos el sacramento, recibimos la Fuerza para ser testigo de la Buena Noticia, en este camino nuevo de fe adulta crecemos en contacto con Él, mediante la oración, su palabra, ésta ha sido la invitación hecha a cada uno(a) de los(as) jóvenes de parte de sus catequistas, en el sentidos de la responsabilidad como creyentes, de seguir este proceso de crecimiento en la fe. Queremos insistir , tal como lo hiciera el Papa Juan Pablo II el hecho de que en los jóvenes está la esperanza de la iglesia del mañana; de modo que enriquecidos con los dones del Espíritu, sean portadores de la misma misión que Jesús recibiera: dar testimonio de la verdad y ser fermento de santidad en el mundo. Ceremonia de Confirmación: Un momento para no olvidar

El sacramento de confirmación es un paso muy importante en la vida de jóvenes como nosotros, recibimos los siete dones del Espíritu Santo y como alumnos de 3º Medio hemos un dado un paso grande en lo que es la vida espiritual y el acercamiento al Padre Dios. Más de 150 jóvenes de distintos colegios como Instituto O’Higgins, Sagrado Corazón y Coya, entre otros, recibieron este sacramento el día Sábado 2 de Julio. La ceremonia estuvo presidida por el Obispo de Rancagua, Sr. Alejandro Goic Karmelic, celebrada en la Catedral de la misma ciudad y duró alrededor de 2 horas. Se vio mucho nerviosismo al principio pero se fue alivianando a medida que la ceremonia continuaba y el entusiasmo se agrandaba más y más. El acompañamiento de familiares fue importante en este proceso, ya que sin ellos no recibiríamos todo ese apoyo incondicional y el apoyo de los padrinos de cada uno de nosotros fue mucho mayor, ya que elegimos a la persona que nos educará también en el camino hacia la fe de Cristo durante el resto de nuestras vidas. La participación de distintos alumnos también fue muy importante como los momentos de Peticiones, Acciones de Gracias, Testimonios y Lecturas, ya que se ve en ellos una gran motivación en la participación con la Iglesia. Y no faltaba tampoco el momento en donde nos confirmamos todos, con los padrinos atrás de nosotros, como signo de soporte religioso y espiritual en nuestro largo camino que queda por recorrer. El trabajo realizado por todos nuestros profesores guías de confirmación, germinó, finalmente dio mucho fruto y salió todo muy bien. Sólo basta dar las gracias por todo el apoyo que ellos nos dieron, todas sus palabras que nos entregaron y experiencias que dejaron a conocer. El Espíritu de Dios ha habitado en nosotros, ahora sólo basta en echarlo a andar y llegar a ser ejemplos de vida cómo jóvenes cristianos recién confirmados.