Este fue el mensaje central del evangelio que se
escuchó en la santa misa con que la comunidad educativa del
Instituto O'higgins, celebró el aniversario 90 de su fundación.
Esto sin dudas ha sido un fin que el Instituto ha tenido y
animado su acción educativa en todo este tiempo.
Así en este contexto, los distintos estamentos del colegio,
reunidos en la catedral de la ciudad, quisieron dar gracias a
Dios por la maravillosa experiencia de vivir y compartir el
carisma de San Marcelino por nueve décadas junto a la comunidad
rancagüina.
La eucaristía fue celebrada por el Obispo,
Monseñor Alejandro Goic, quien en la homilía destacó la
importancia y la presencia que ha tenido el Instituto;los
Maristas han sido pilares de la educación, para formar
cristianos y ciudadanos, por ello queremos dar gracias, por todo
el bien realizado en los 90 años y en las nuevas generaciones
que se forman al alero carismático de San Marcelino. El
Obispo destacó también la importancia que se da en la educación
del colegio, al servicio como una forma de poner al servicio de
los demás los Dones recibidos de Dios; colocar todos los
dones al servicio de los demás. Finalmente agradeció
por el don de todo lo que se ha hecho y todo lo que se hará en
beneficio de las futuras generaciones.
En el ofertorio, fueron distintos los signos que
se presentaron ante el altar. Los hermanos de la comunidad,
representantes de la continuidad de San Marcelino, consagrados a
la educación evangelizadora, ofrecieron al Señor y ante el altar
su vida religiosa comunitaria representada en las reliquias de
San Marcelino; los alumnos y alumnas estuvieron presentes en
este momento presentando como ofrenda su dedicación académica y
crecimiento espiritual, representados por medio de unos textos
de Ciencias y Religión; los profesores entregaron una imagen de
San Marcelino que testimonia su compromiso de vida con los
valores cristianos aprendidos de María y Champagnat. Finalmente
una familia, ofreciendo al Señor su anhelo de caminar hacia la
formación de una verdadera Iglesia Doméstica, presentaron el pan
y el vino.
La acción de gracias estuvo dirigida por el
hermano Rector, Jesús Triguero Juanes, quien destacó, la
importancia que tienen todos los actores al interior de la
comunidad educativa y que en estos 90 años han marcado presencia
en anunciar el mensaje y carisma de Champagnat.
Nosotros vemos confirmada la vigencia de este
carisma en la fuerza con que ha venido inspirando a generaciones
de discípulos, incluyendo la nuestra... Los que compartimos la
Misión Marista estamos invitados a comprometernos libre y
generosamente con el mismo Carisma, ya sea en calidad de
religiosos consagrados o como laicos, cualquiera que sea nuestra
situación o cultura.
Finalmente , el Hermano Rector invitó a seguir
manteniendo en alto el ideal Marista de Champagnat, que por 90
ha acompañado, alumbrado y señalado un camino, especialmente a
la Familia Marista, para que lo haga vida en todos y cada uno de
los integrantes de la Comunidad Educativa.