Cada uno de nosotros entró y nos reunimos con nuestros pupilos para empezar con un buen desayuno y una agradable conversación con cada uno de ellos, donde nos pudimos conocer bien entre nosotros para hacer de el trabajo que tocaba después, algo más agradable. Ya después del primer recreo empezamos a usar el material que hicimos para poder trabajarlos con nuestros niños y hablarles acerca de la historia del colegio y de Marcelino Champagnat. Las actividades se realizaron sin ningún tipo de percance y en un ambiente acogedor y de mucha confianza. Al parecer los niños se encariñaron con nosotros, debido a que después de la actividad pudimos compartir con ellos el recreo y salir a divertirnos, acontecimiento que nos recordó algo nuestra infancia. Después del segundo tiempo de recreación, cada curso se fue a trabajar en los respectivos talleres. La participación de los más pequeños fue muy importante para poder realizar la actividad preparada. Los niños se divirtieron mucho con nosotros, se vio que había un ambiente de mucha alegría y ganas de trabajar y divertirse con nosotros los más grandes. Al terminar los respectivos talleres de cada nivel, nos reunimos como sección de básica junto a todos los monitores en el gimnasio del colegio para recibir la bendición del Padre Luis Escobar y así terminar una linda jornada, llena de buenos recuerdos, una gran satisfacción de nosotros los monitores de haber sentido que hicimos bien nuestro trabajo y muchas sonrisas en la cara de los niños que habían participado ese día.