Había que ver la mirada de los niños hacia sus padres en esos momentos tan significativos: parecían ángeles escuchando una BUENA NOTICIA.

Creo que cada curso, tanto niños como padres, el Encuentro les ha marcado de una manera especial y significativa.
La experiencia de trabajar con los padres e hijos, es una instancia de crecimiento personal y familiar, que debería repetirse en algún momento del paso por los ciclos. Quiero felicitar a las tías y tíos por la preparación que han tenido antes del encuentro y espero que a lo largo del año, se vayan afianzando los valores, tanto en el aula como en el hogar.
 
Los principales protagonistas fueron los niños que con su actitud, su disciplina y su entrega, permitió realizar con mucho agrado cada jornada. Ser persona , es el tema del encuentro del Primer Año, y es así que se va haciendo persona cuando el niño o niña, recibe por parte del hogar mucho amor, respeto, comprensión y educación , y por parte del colegio el apoyo necesario para que se desarrolle en forma armónica todas las potencialidades de cada uno, en un ambiente de mucha alegría, donde el niño se sienta bien y feliz.