Durante un Mes hemos saludado, cantado y rezado a
Nuestra Buena Madre, acercándonos de su mano, a su Hijo Jesús.
El pasado miércoles 7 de diciembre, además de despedir esta
celebración diaria a María, hemos querido hacerlo, en el
espíritu del Adviento; tiempo de espera gozosa, tiempo de
renovarse, de cambiar, limpiándose por dentro; para recibir,
como es debido a este pequeño Niño ? Dios.
Así fue como, poco a poco, en nuestra oración a
María, fuimos entregando los Trípticos que, por curso
acompañaron a las familias de nuestra Sección. Trípticos que son
testigos de tantos encuentros, oraciones, entregas, peticiones y
agradecimientos a nuestra Buena Madre; la misma que nos mira y
cuida cada día, aquella que nos espera con paciencia y amor.
Junto con los altares de María, entregamos los cuadernos
Marianos, en los que cada uno fue estampando, con cariño, una
oración, un mensaje, un agradecimiento a la Reina y Madre.
Cuadernos que nos seguirán acompañando el próximo año.
En esta Celebración quisimos acercarnos a la Gran
Fiesta de la Navidad, Fiesta que nos reúne como hermanos, hijos
de una misma Familia, cuya Madre es Ella, nuestra Reina. Con una
breve representación, algunos alumnos de los Segundos Básicos,
nos recordaron desde la Anunciación, hasta la llegada del Niño
Jesús, aquel niño que llenará el mundo de amor y paz.
Celebremos con alegría esta gran noticia,
haciendo que este mensaje de amor y paz se propague por todos
los rincones en los que nos toque llegar. Que este Niño- Dios
nos transforme, al menos por una noche, en alegres testigos y
apóstoles de las Maravillas de Nuestro Padre Dios.
Culminamos, entonces nuestra última oración del
Mes, rezando juntos el último Ave María de este año,
solicitándole a Ella que siga cuidando nuestra fe, a nuestras
familias, que nos regale un corazón generoso y comprensivo, para
llegar a ser dignos hijos de la más Santa y de la Mejor de las
Madres.