Sin darnos cuenta llego el momento de culminar
nuestro paso por el colegio, un momento importante y que
recordaremos por mucho tiempo.
Nos juntamos el Día 30 de Noviembre en la capilla de nuestro
colegio para pasar a las listas de ex alumnos del gran Instituto
O'Higgins, pasábamos a la historia de esta institución que nos
acogió por muchos años bajo la tutela de nuestros profesores y
dejándonos recuerdos de alegrías y etapas que no pensábamos que
pasarían tan rápido por nuestra vida.
Esta ceremonia organizada por el centro de ex
alumnos tenia un significado muy especial para todos nosotros,
era aquel momento en que nos comenzábamos a despedir de esta
historia, de la cual cada uno fue protagonista, por esa razón
era la importancia de que estuviéramos acompañados de nuestros
padres y compañeros de curso, de nuestros profesores y amigos,
todos responsables de este largo camino.
Nuestros padres como símbolo de entrega nos
dejaron delante del altar, recibiéndonos luego con un abrazo y
un cálido beso, recordándonos que siempre estarán en los
momentos importantes de nuestras vidas, y por cierto que este
gran paso que dábamos no era simplemente por merito de nosotros,
sino que toda una familia estaba a nuestros pies para abrazarnos
y decirnos que nunca nos dejaran solo, en nuestras alegrías, en
nuestros fracasos, en nuestra penas y en nuestro éxitos, siempre
nos recibirán con los brazos abiertos como lo hicieron al
principio y al final de esta historia.
Celebramos en esta ocasión momentos importantes
para cada uno de nosotros, recuerdos que comenzaban a terminar
el relato que un día nuestros padres decidieron comenzar a
escribir. De a poco se iba acabando este proceso, eso lo
teníamos claro, simplemente lo aceptábamos, pero no lo
asimilábamos, era una realidad en la que estaba presente pero
que no lográbamos reconocerla, esas fueron las palabras que nos
regalo el presidente del Centro de ex alumno, quien nos
invitaba a ser los mejores y no tener miedo en el nuevo mundo
que comenzábamos a vivir.
Termino por referirme en nombre de Alejandro,
compañero y amigo que me pido escribir la siguiente frase en
agradecimiento por el premio Hno. Claudio que le fue otorgado.
Muchas gracias compañeros y amigos, me siento
orgulloso de haber vivido estos 12 años bajo la tutela de las
enseñanzas Maristas, bajo el cuidado de la Buena Madre y
Champagnat, le doy las gracias a Dios, a mis Padres a mis
compañeros y todas las personas importantes que fueron parte de
mi historia, no sé si soy digno de este premio, solo sé que es
un honor recibirlo y Dios quiera que lo pueda hacer realidad en
mi vida, debo confesar mi gran emoción al ver a los papas de mis
compañeros y a toda la promoción poniéndose de píe para aplaudir
este premio del que todos nosotros somos merecedores por ser
parte de esta gran historia, muchas gracias y hasta siempre.