Durante algunas semanas, en grupos de a cinco a
seis compañeros, en compañía de nuestra Profesora Jefe, Sra.
Raquel, y algún apoderado, vivimos esta experiencia solidaria de
servicio en la Hospedería del Hogar de Cristo.
No puedo negar que en un principio, al adentrarme y vincularme
mas fuertemente con los hospedados me fui desilusionando y
desanimando, ya que iba con todas mis ganas y deseos de aportar
en lo que más pudiera, sin embargo, y no puedo negarlo, me sentí
un empleado de un montón de gente irresponsable, que no ha
luchado por superar su situación de vida. Realmente me
entristecí.
Sin embargo mis pensamientos y mis sentimientos
fueron cambiando en la medida que fui dialogando más
profundamente con un par de indigentes, quiénes me contaron su
testimonio de vida. Uno de ellos es un joven de 27 años,
llamativo, amante de la poesía, con un talento y una capacidad
impresionante para crear sus versos, pero que no ha hecho nada
por explotar este talento. Vive ahí sin hacer nada con esta
capacidad recibida de Dios. Traté de invitarlo a que hiciera
algo mayor y constructivo para sí con este talento, sin embargo
no acogió muy bien esta propuesta por razones de baja
autoestima. Creo que es ahí donde debemos y estamos llamados a
ayudar, a dignificarles, a devolverles la confianza en sí mismos
y mejorar su autoestima y eso sólo lo logramos con detalles tan
sencillos como la compañía, el afecto, el diálogo, la dignidad
de hijos de Dios.
El otro señor es un abuelo, él siempre ha
trabajado en los paking, a pesar de su trabajo el dinero que
recibe es muy poco y no le alcanza, es ahí también donde podemos
ayudar, especialmente quienes tienen la posibilidad de dar
trabajo, en la Hospedería hay quiénes quieren trabajar, les
falta la oportunidad, se la merecen.
Nuestra misión es clara, ayudar a explotar sus talentos e
incentivarles a esforzarse y surgir... creer en ellos.
Esta es mi experiencia personal, a continuación presento otras
experiencias y testimonios de mis compañeros:
Tengo un sentimiento de tristeza debido a que
las personas llegan ahí por diversos problemas o experiencias de
vida que terminan mal. También siento alegría, debido a que hay
personas que se preocupan de los más necesitados, ellos son los
voluntarios. Eso me hace pensar que yo debería seguir el mismo
ejemplo de servicio. ( Sebastián Rojas A.)
Creo que a nadie le gustaría vivir en esas condiciones,
espiritualmente deben sentirse vacíos. Se ven personas con
talentos en diversas áreas y que se pierden... es inexplicable.
(Francisco Valenzuela)
Me molestó ver a personas en ese estado, sin embargo siento
esperanza, porque sin importar su condición, ellos buscan
trabajo. (Alfredo Soto)
Hay que luchar por lo que uno quiere, el
sacrificio vale. Pese a todo había personas bien arregladas y
educadas; pero no supieron aprovechar las oportunidades. (Marco
Cereño)
Nuevamente les empecé a querer. Intento ayudarlos como me sea
posible, trato de enmendar lo que la sociedad les hizo. Todos
debemos aceptarlos y quererlos, por eso yo estoy feliz con lo
que hago y espero que los demás también. ( Rodrigo Arce T.)
Todos ellos tienen muchos problemas, de distinta índole, los
nuestros no son nada comparados con los de ellos. Me ayudó a
comprender la realidad de los más desvalidos y a valorar todo lo
que tengo. (Milenko Mátulic R.)
Da pena saber que a veces los vicios son más
fuertes. Hay personas que teniendo, lo pierden todo. (Piero
Antonucci F.)
Me sirvió mucho para valorar y no desechar lo que tengo. Doy
gracias por lo que mi papá me ha dado y seguiré dando todo mi
esfuerzo para salir adelante. ¿Cómo puede ser que una persona no
tenga qué comer ni dónde dormir.( Marcelo Moreno M.)
La mayoría eran hombres abandonado , varios de ellos tenían
humildes trabajos. Hay esperanzas en todos ellos de tener un
tiempo mejor, pero necesitan ayuda, pues solo no pueden. Un a
gran experiencia. (Felipe Sotomayor)
Había personas lamentándose de cosas que
hacían, varias eran muy simpáticas, se notaba que tenían buenos
sentimientos, pero están sumergidos en la pobreza. Da mucha pena
ver como sobreviven esas personas (Alejandro González)
Disfruté mucho jugando con ellos y conversando sobre su vida. La
hospedería no es el mejor lugar para uno, pero parar ellos no,
ya que es lo mejor que tienen. (Juan P. Ramírez)
Soy privilegiado en esta sociedad, pero también estoy llamado a
alimentar la gota de esperanza que lo más desposeídos tienen
para seguir viviendo día a día. (Pedro Castillo C.)
Esta experiencia me hace abrir los ojos y no
cometer errores que otros hicieron. Me hace saber las grandes
oportunidades que tengo y de todavía estar con mi familia.
(Matías Escobar S.)
A nuestra edad vemos los vicios como algo fácil de dejar , que
son para divertirse, pero no nos damos cuenta del enorme daño
que nos puede causar a futuro. (Javier Castillo O.)
Tenía incertidumbre, que primero se tradujo en sorpresa al
conocer una realidad nunca vista, y luego alegría al darme
cuenta que con un poco de atención ellos pueden ser felices. En
general fue un experiencia enriquecedora. ( Sergio George C.)
Sólo queda preguntarse
¿ Qué queremos
nosotros para nuestras vidas Nos dan más ganas de surgir y ser
mejores personas. (Felipe Cabello)
Al momento de ayudar me di cuenta que también son gente igual
que nosotros y se merecen lo mismo o más. Descubrí que podía
relacionarme con ellos, servirlos y pasarla bien. (Jaime
Gallegos )
Me provocó una gran alegría y satisfacción. Me permitió conocer
otra realidad, muy ajena a la mía, y a partir de ésta me di
cuenta que tengo que valorar, ser agradecido y aprovechar al
máximo lo que tengo, especialmente la familia. (Sebastián
Fuentes D.)
El poder compartir con ellos me produjo
alegría. Me di cuenta de que hay personas que no tienen nada en
la vida y sin embargo tienen fuerzas para seguir luchando, sin
importar el estado en el que se encuentren, siempre con alegría
y esperanza. Me ayudó a mirar la vida de otra forma y dar
gracias a Dios por todo. (Darío Palma)
Fue muy productiva, para conocer otras realidades y comprender
que otra gente tiene más problemas que uno y que son capaces de
sobreponerse. Uno hace problemas por cosas insignificantes.
(Luis Vásquez)
Me dio a conocer una realidad que pocas veces se ve, a no ser
por la T.V. Las drogas, el alcohol y otros, te pueden quitar
todo lo que tienes, incluso lo más querido... tu familia, los
amigos. (Fernando Vargas U.)
Me dio pena porque hay personan allí que no están conformes con
lo que tienen, pero también sentí alegría porque otras estaban
muy agradecidas con todo, de la atención, la comida y la
acogida. ( Mauricio Ferrada V.)
Había gente normal, que trabajaba gran parte del día, solo para
poder comer y todo esto por errores que se cometen en el pasado.
Esta experiencia me deja muchas enseñanzas. ( Diego Miranda )
Al principio no quería ir, pensaba que esto es
problema de ellos y mientras no me acercara a ellos y ellos no
se acercaran a mí, todo estaría bien. En ese lugar aprendí a
conocer otras realidades, diferentes a la mía y que debo tener
en cuenta en mi crecimiento personal. Me gustaría poder ayudar,
sentirme más útil para ellos. (Luis Rivera)
El servirles la comida tuvieron una reacción muy gratificante al
respondernos con un gracias tío. Uno queda muy contento y
satisfecho con el servicio que les da a una persona necesitada.
(Cristian Velásquez)
Experimenté resignación al ver todos esos
rostros sin hogar ni comida, pero también viví la felicidad por
la solidaridad y la ayuda que dimos cuando jugamos con ellos. Me
sentí muy bien al verlos sonreir. Esa sensación de estar
haciendo algo bueno, de seguir el ejemplo de Cristo, de romper
el esquema y ayudar a los demás, es incomparable.( Juan J.
Ardiles)
Pude ver que soy afortunado de lo que tengo, que no debo
desperdiciarlo. Ellos no tiene lo que nosotros, pero agradecen
cada día por lo que tienen y eso me enseñó a ser agradecido.
(Alejandro Peña).