Mis manos
son pequeñas, por favor no esperes perfección cuando
ayudo en mi casa, cuando hago un dibujo o lanzo la pelota.
Mis piernas son pequeñas, por favor camina más lento
para que pueda ir junto a ti.
2- Mis
ojos no han visto el mundo como tú lo has visto, por
favor, déjame explorarlo, no me limites innecesariamente.
3- El trabajo siempre estará allí. Yo seré
pequeño sólo por un corto tiempo, por favor, tómate un tiempo para explicarme
las cosas maravillosas de este mundo y hazlo con alegría.
4- Mis sentimientos son frágiles, por
favor cuida de mis necesidades, no me retes todo el día (a ti no te gustaría
ser retado por ser tan duro) Trátame como te gustaría a ti ser tratado.
5- Soy un regalo especial de Dios, por
favor atesórame como Dios quiso que lo hicieras, respetando mis acciones,
dándome principios y valores con los cuales vivir y enseñándome amorosamente.
6- Necesito tu apoyo y tu entusiasmo, no tus
críticas, para crecer. Por favor,
no seas tan estricto, recuerda, puedes criticar las cosas que hago sin
criticarme a mí.
7- Por favor, dame libertad para tomar
decisiones propias. Permite que me
equivoque, para que pueda aprender de mis errores. Así algún día estaré
preparado para tomar las decisiones que la vida requiere de mí.
8- Por favor, no hagas todo por mí. De
alguna forma eso me hace sentir que mis
esfuerzos no cumplieron con tus expectativas. Yo sé que es difícil, pero deja
de compararme con mi hermano o hermana.
9- No temas alejarte de mí por un tiempo.
Los niños necesitamos vacaciones de los padres, así como los padres necesitan
vacaciones de sus hijos.
10- Llévame a la iglesia o dame ejemplos
de vida espiritual; yo disfruto aprendiendo.
Enviado por Máximo del Pozo
Hernández.
Hermano Marista.