Con
gran alegría recibí la invitación para asistir a la charla que daría el Dr.
Luis Jensen, gineco-obstetra y profesor de la Universidad Católica de Santiago,
sobre el tema "El Amor Conyugal" el día miércoles 22 de mayo.
Como mamá del colegio, quiero compartir con
ustedes lo que significó para mí, el ser parte del auditorio:
En primer lugar al analizar el significado del
matrimonio, me hizo recapacitar sobre mi condición de esposa y al mismo tiempo
valorarlo y agradecer a Dios esta obra maravillosa que nos dejó al crear al
hombre y la mujer y dejarles como misión la
fecundidad, don tan preciado, único y fiel reflejo
del amor en el cual dos seres humanos en un abrazo profundo son capaces de vivir
el mejor de los banquetes y a través de éste compartir todo el amor que se
profesan y ser colaboradores con Él en la transmisión de la vida.
Referente a las características del amor
conyugal, reconocer que es un amor plenamente humano, donde nosotros estamos
dotados de razón y voluntad, lo que nos permite crecer, a través de todas las
vicisitudes de la vida, porque el amor es una fuente inagotable, donde nos
refugiamos día a día, y logramos vencer todo lo que sea obstáculo en el
camino.
También es un amor total. Es hermoso saberse
parte del otro, donde compartimos generosamente todo, amor fiel y exclusivo en
el que logramos hacer de nuestras vidas un manantial de felicidad profunda y
duradera, por lo que nos debemos fidelidad para mantener siempre vivo el amor
que un día dio origen a nuestro matrimonio.
Es un amor fecundo. ¡Cómo no dar gracias a Dios
por nuestros hijos, fruto de esta donación desinteresada y total, donde
crecemos como esposos y debemos ser testimonios de vida para ellos, para que
crean en la familia y no sigan las corrientes actuales, donde el matrimonio cada
vez pierde confianza y credibilidad.
En relación con la sexualidad como lenguaje de
comunión y fecundidad, debemos ser capaces de comunicarnos con el otro en todo
el sentido de lo que esto significa, donde somos complemento y compromete a toda
la persona y para toda la vida, ambos (esposo y esposa) se necesitan para ser
felices y establecer
una comunión, esto no debe transformarse en una
misión, sino en una visión, mirar juntos, forjarse metas, objetivos y soñar.
Formar una familia de a dos: Hombre y mujer. Ser capaces de construir un amor
afectivo en un amor efectivo.
Agradezco al Colegio la oportunidad que me dio
para estar presente en esta charla y al mismo tiempo contarles que el tema de la
Paternidad Responsable me llega bastante, debido a que presto servicios a
Fundación para la Familia, institución que depende del Obispado de Rancagua, y
en la cual abordamos este tema, a través de la enseñanza de los métodos
naturales de regulación de la fecundidad y apoyamos a jóvenes en las
temáticas de la Sexualidad humana unida al amor, y prevención de enfermedades
de transmisión sexual.
Gracias.
Eliana Montero P.
Mamá de un joven en Tercero Medio