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PADRE CARLOS SALAMANCA CAPELLÁN SCOUT
Por
Instituto O'higgns .
Publicado:
1 Agosto 2001
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Este gran hombre y sacerdote insigne ha entregado su larga vida al servicio de Dios, de su Iglesia y de muchas instituciones de Graneros y de Rancagua.  En sus años mozos también fue Capellán de la Brigada Scout acompañando a los jóvenes en sus campamentos.
Con sus palabras y ejemplo guiando a la juventud scout por los senderos del bien y de la virtud, para ser buenos cristianos y virtuosos ciudadanos.   Han ido pasando los años, pero siguen vivas las ilusiones. Y el Padre Carlos Salamanca con espíritu scout, con mucha ilusión, soñaba participar en el Jamboree Scout Mundial que se realizaría en la Hacienda Picarquín, en nuestra Región en el año 1999. Se había puesto en contacto con sus amistades en la Asociación de Guías y Scouts de Chile y tenía su uniforme a punto, su báculo con el banderín de Chile, desde Santiago le habían enviado la medalla de los Capellanes Scouts de Chile. Todo estaba dispuesto, faltaba esperar el día y el momento de la inauguración de este maravilloso evento scout con invitación a todos los Scouts del Mundo entero. Y llegó el día soñado y tan esperado por el Padre Carlos Salamanca. Le llegó la invitación para la inauguración del Jamboree Mundial, gentileza de Don Gastón Pérez, que son muy amigos y les une el espíritu scout. Con el Sr. Obispo Monseñor Javier Prado Aránguiz viajó hasta la entrada de la Hacienda Picarquín. Como ya las fuerzas flaqueaban por el peso de los años y los achaques tenía dificultades para desplazarse caminando, pero tuvieron una brillante idea y solicitaron a la ambulancia que les permitiese ingresar al recinto.  El Padre Carlos Salamanca, vistiendo su uniforme scout pudo presenciar el acto de inauguración en compañía de nuestro Obispo y Pastor Monseñor Javier Prado. Y durante el transcurso del Jamboree pudo ingresar en otra oportunidad para celebrar la Eucaristía en la capilla al aire libre "la Cantera de la Oración" que las Religiosas de la Santa Cruz de Jerusalén, francesas, habían implementado como lugar de oración y de encuentro scout en la subida a un cerro. El Padre Carlos Salamanca se sentía feliz, había hecho realidad uno de sus sueños en el Movimiento Scout, al que tantas ilusiones, tiempo, dedicación, entusiasmo, entrega, servicio había dedicado de corazón. 

Padre Carlos Salamanca, que el Padre Dios, su Buena Madre María, le premien todo el bien que ha sembrado entre nosotros y fructifique en corazones generosos como el suyo para Amar a Dios y servir a nuestros hermanos los hombres de cualquier raza o condición. ¡UNA VEZ SCOUT! ¡SIEMPRE SCOUT!
Máximo del Pozo Hernández .


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